Científicos en Australia están a punto de comenzar ensayos
de un nuevo sistema de ojo biónico que se espera pueda dar a los pacientes una
visión varias veces mejor que las tecnologías de restauración de la visión
actuales.
El Phoenix 99, es un ojo biónico desarrollado por ingenieros
de la Universidad de Nueva Gales
del Sur (UNSW), y es un sistema implantable. Uno de los inventores del
sistema,
Gregg Suaning, explica que "los pacientes aprenden a utilizar la
tecnología, de la misma manera que una persona con un implante coclear del oído
aprende a escuchar los impulsos eléctricos”.
Science Alert
El equipo de la UNSW ha estado investigando la tecnología de
ojo biónico desde 1997, con el objetivo de restaurar la vista a las personas
con retinitis pigmentosa, la principal causa de ceguera en personas jóvenes y
la degeneración macular relacionada con la edad. La retinitis pigmentosa es una
enfermedad degenerativa que afecta a 2 millones de personas a nivel mundial. La
condición, que a menudo se presenta en los pacientes en sus 30 años, puede
conducir a la ceguera total en 10 años. Si bien los medicamentos pueden
retardar su progreso, que son caros y sólo está disponible en los países
desarrollados, y los científicos aún no saben cómo revertir la degeneración.
El prototipo consiste en una matriz de 24 electrodos con
electrónica externa que permitió a los usuarios ver puntos de luz, llamados
fosfenos. Con la ayuda de cámaras especiales, los usuarios también pueden tener
una idea de la distancia, ya que los fosfenos que aparecen más brillantes están
más cerca. En contraste con el prototipo anterior, los nuevos dispositivos
Phoenix99 son completamente implantables, y se espera para permitan mejor
visión que la tecnología anterior.
Los creadores esperan implantar el Phoenix99 en hasta una
docena de pacientes en los próximos dos años. La cirugía requerida para
implantar el ojo biónico toma alrededor de 2 a 3 horas, después de lo cual el
único signo del implante es un pequeño disco detrás de la oreja que transmite energía
y datos al dispositivo. El usuario también debe llevar un par de lentes que
tienen una pequeña cámara. Las imágenes capturadas por la cámara ayudan a definir
la estimulación de las células nerviosas en la retina del paciente, lo que
envía señales a la corteza visual del cerebro.
FUENTE: Science
Alert