Las recientes investigaciones muestran que los daños físicos
y psicológicos afectan la salud de las personas y más si se producen en los
primeros años, acortando la vida de las personas. Los niños en orfanatos u
hospitales podrían sufrir de privación de contacto cerca no y atención.
Inês
Varela-Silva, de la Universidad Logh analizó las obras del pediatra Harry
Bakwin, el psicólogo John Bowlby y psiquiatra Harry Edelston y llegó a la
conclusión de que en la década de 1940 existían altas tasas de mortalidad
infantil, y entre los bebés que no morían, existían altos porcentajes de disfunción
cognitiva, conductual y psicológica.
La mayoría de estas muertes no se debieron a la inanición o
enfermedad, sino a la privación emocional y sensorial severa, en otras
palabras, la falta de amor. Estos bebés fueron alimentados y tratados
médicamente, pero estaban absolutamente privados de estimulación, especialmente
tacto y afecto.
El toque humano es fundamental para el desarrollo humano y
la supervivencia. Las investigaciones realizadas por Ruth Feldman y Tiffany Field,
han demostrado efectos positivos del contacto piel a piel en los bebés
prematuros y cómo estos efectos todavía duran después de diez años.
Bakwin afirmaba que este problema es más frecuente cuando la
pobreza y la falta de recursos humanos impiden que los bebés reciban la
estimulación emocional y sensorial (o amor) sobre una base diaria.
Varela-Silva explica su propia experiencia como madre
adoptante. Los informes de la agencia donde ellos adoptaron a su hija decían
que se les garantizaba una adecuada atención y alimentación, pero no había
datos sobre la cantidad de estimulación sensorial que se les administraba a los
niños. Por la cantidad de niños en el orfanato, muchas veces es imposible
darles cariño durante la cantidad de tiempo necesario.
Ella notó que cuando tuvo a su hija en brazos, ella era más
pequeña que el 90 % de los bebés de su edad. Los efectos de la baja estatura a
esta edad pueden persistir de por vida y por lo general están asociados con una
mala salud en la edad adulta, como un mayor riesgo de obesidad y enfermedades
cardiovasculares. Tres meses más tarde luego de la adopción, el 75% de las
niñas de su edad eran más altas que ella. Hoy, a los 11 años de edad, solo el
50% de las niñas de su edad son más altas que ella. Esto es consistente con
investigaciones que muestran una recuperación de los niños adoptados a nivel
internacional.
Cuando se producen carencias afectivas y falta de amor, el
crecimiento físico se ralentiza o se detiene. El cuerpo entra en un modo de
supervivencia, las funciones fisiológicas básicas vitales se conservan en el
coste de desarrollo físico, mental y social. Cuanto más largo sea el niño está
en el modo de supervivencia, los más permanentes y negativos, los efectos
serán. Una vez que un niño es adoptado, el cuerpo deja de estar en modo de
supervivencia y comenzará a recuperarse.
FUENTE: The Conversation