Stephen Hawking postuló la existencia de un tipo de
radiación que nace en el horizonte de sucesos de los agujeros negros. Esta
teoría publicada en 1974 nunca se había podido probar hasta ahora, que un equipo de
físicos asegura haber demostrado la existencia de la radiación de Hawking luego
de crear el equivalente a un agujero negro dentro de un laboratorio.
Según las leyes de la física de la época y los propios cálculos de Hawking, los agujeros negros no podían perder masa y hacerse más pequeños. El físico llegó a la conclusión de que Zeldóvich y Starobinski (otros científicos de la época) estaban en lo cierto al proponer que los agujeros negros deberían crear y emitir partículas. Esto generó que Hawking propusiera la radiación de Hawking, que es la hipótesis de que existen fluctuaciones cuánticas en el vacío que surgen como consecuencia del principio de incertidumbre de Heisenberg. Estas fluctuaciones crean pares de materia-antimateria que desaparecen tan pronto como nacen, explica Carlos Zahumenszky para Gizmodo.
El problema es que esta radiación es tan ligera que es
imposible de medirla con los instrumentos actuales en agujeros negros que están
a años luz de distancia. Pero ahora, el estudio liderado por Jeff Steinhauer de
la Universidad Technion en Haifa, Israel, sugiere que ha creado lo equivalente
a un agujero negro, pero empleando sonido en vez de luz. “Tras enfriar helio
justo por encima del cero absoluto y batirlo a altas velocidades han logrado
crear una barrera infranqueable para el sonido”, escribe Zahumenszky.
Incluso, otro estudio publicado en Physical
Review Letters asegura haber corroborado la radiación de Hawking de otra
manera. Este, liderado por Chris Adami y Kamil Bradler de la Universidad del
Estado de Michigan propone haber desarrollado un modelo matemático que explica
uno de los mayores problemas que tiene la radiación de Hawking a lo largo del
tiempo: la pérdida de información cuántica.
Hawking hipotetiza que los agujeros negros pierden energía
paulatinamente, se hacen más pequeños y llegan a esfumarse por completo con el
paso del tiempo. Pero, ¿qué pasa entonces con toda la información cuántica que
pierde el agujero negro? Para poder conocer esto hace falta una teoría
unificada de la gravedad cuántica. Adami y Bradler han creado un modelo mediante
superordenadores que reproduce la evolución de un agujero negro en el tiempo y
han descubierto que la información cuántica, tarde o temprano, es emitida al
exterior, lo que sería un paso importante hacia la formulación de una teoría de
la gravedad cuántica y supondría reconocer que la hipótesis de Hawking era
cierta. Esto, queridos amigos, significa que de comprobarse, Hawking podría obtener
por fin un premio Nobel.
FUENTE: Science
Alert, GIZMODO