El
fracking o fractura hidráulica, es método inventado en 1947 que consiste en
fracturar la roca sedimentaria del subsuelo llamada esquisto mediante la
presurización de líquido con el fin de extraer gas y petróleo.
Aunque el fracking ha sido exitoso
en producir combustibles en una época en la que el petróleo estaba a precios
elevados, también
ha generado controversias porque se le ha ligado a terremotos, impactos
negativos en la salud de las personas que viven cerca a los sitios de
extracción, y por riesgos ambientales.
Ahora se ha sumado otra
controversia más. Investigadores estadounidenses han descubierto una especie
desconocida de bacteria que vive en los pozos usados para fracking, y la han
llamado frackibacter. La
investigación ha sido publicada en la revista Nature Microbiology.
Se analizaron los genomas de
las especies que viven en dos pozos de fracking distintos, ambos ubicados en
Ohio, y a pesar del hecho de haber cientos de kilómetros de distancia, las dos
comunidades bacterianas fueron sorprendentemente similares.
Un total de 31 diferentes
tipos de genoma bacteriano se encontraron en los dos sitios, entre ellos
Candidatus frackibacter. "Pensamos que podríamos conseguir algunos de los
mismos tipos de bacterias, pero el nivel de similitud era tan alto que era
sorprendente," dijo
uno de los investigadores, Kelly Wrighton, de la Universidad Estatal de
Ohio. "Eso sugiere que todo lo que está sucediendo en estos ecosistemas
está más influenciado por la fractura que por las inherentes diferencias en el esquisto".
Aunque casi todos los
microbios encontrados ya se habían descubierto en otros lugares, y muchos
probablemente procedían de las lagunas superficiales, los investigadores
sugieren que Candidatus frackibacter podría ser únicos a los sitios de
fracturación hidráulica.
Las implicaciones de esta
investigación son muy interesantes porque nos ayuda en nuestra comprensión de
las condiciones necesarias para la vida. Los tipos de entornos que los estas
colonias de bacterias prosperan en son muy inhóspitos, con temperaturas, presión
y salinidad muy altas.
"Creemos que los
microbios en cada pozo pueden formar un ecosistema autosuficiente en el que generan
sus propias fuentes de alimentos", explicó
Wrighton. "La perforación del pozo y el bombeo de fluidos (necesarios
para el fracking) crean el ecosistema, pero los microbios se adaptan a su nuevo
entorno en una forma que sostienen el sistema durante largos períodos."
Los investigadores dicen que
los microbios están protegidos de la salinidad mediante la creación de compuestos llamados “solutos
compatibles” que evitan que las bacterias estallen. Las comunidades
bacterianas también forman un tipo de relación simbiótica entre sí en estas
condiciones no deseadas. Cuando las células mueren, sus solutos compatibles son
absorbidos por otros microbios, tales como el frackibacter, que a su vez
producen alimentos para las otras bacterias llamadas
metanógenos. Esta última produce metano, que es un componente principal del
gas natural.
El equipo ahora está cultivando
la frackibacter y otros microbios en el laboratorio en condiciones de alto
estrés similares para poner a prueba aún más su capacidad para manejar la
presión y la salinidad.
FUENTES: SCIENCEALERT,
IBTIMES