El reciente derribo
de un avión ruso en Egipto a causa de una bomba plantada por terroristas
del Daesh, ha sido un triste recordatorio de cuán vulnerables son los aviones a
las explosiones internas.
Sin embargo una reciente innovación
de investigadores de la Universidad de Sheffield podría hacer que los aviones
comerciales vuelen a salvo de las bombas a bordo. Los científicos han
diseñado un revestimiento llamado Fly-Bag que, colocado dentro de la bodega del
equipaje, podría contener explosiones causadas por explosivos ocultos en alguna
maleta.
El revestimiento único del
Fly-Bag, ya ha sido probado con éxito a principios de año. La bolsa utiliza
múltiples capas de telas y materiales compuestos, incluyendo aramida, que se utiliza en las
armaduras balísticas. La combinación de materiales brinda al Fly-Bag fuerza, y
resistencia al impacto y al calor.
"La clave del concepto es
que el revestimiento es flexible y esto se suma a su capacidad de resistencia para
contener una fuerza explosiva y cualquier fragmento producido", dijo el
ingeniero e investigador principal, Andy Tyas. "Esto ayuda a asegurar
que el Fly-Bag actúa como una membrana en lugar de como un contenedor de rígido
que podría romperse en el impacto."
Según el equipo, el
revestimiento es más ligero y más barato que los contenedores de equipaje
endurecidos, y presumiblemente, es mucho más fácil de instalar en diferentes
tamaños de aeronaves debido a su flexibilidad.
En las pruebas en un avión (en
tierra) este año, el Fly-Bag demostró que era capaz de contener con éxito una
explosión causada de una bomba de prueba colocada en una maleta. Una explosión
de igual fuerza y sin el revestimiento hizo un agujero bastante grande en el
fuselaje del avión. Una explosión de ese tamaño con seguridad habría originado
una tragedia.
"Creo que tiene la
capacidad de transformar la forma en como vemos al equipaje de bodega," dijo
a Reuters, Mateo Finn consultor de seguridad que no está relacionado con el
estudio. "Hemos dedicado mucho tiempo a pensar en la reconciliación de los
pasajeros con sus equipajes; desde 1988, desde el desastre del Lockerbie, ese ha
sido una gran preocupación en la industria de las aerolíneas... Creo que es un
desarrollo muy interesante y me gustaría verlo desplegado más ampliamente".
Este nuevo uso de un material
ya probado, podría hacer que la aviación comercial sea mucho más segura de lo
que ya es.
FUENTE: SCIENCEALERT