Si sientes que no puedes dejar el
hábito de fumar, podría ser culpa de tus genes, según un nuevo estudio publicado
en la revista
Psiquiatría Traslacional. Investigadores en China han estado estudiando el
impacto del gen llamado ANKK1, y han identificado variaciones en su estructura
que podrían hacer que sea más difícil combatir ciertos tipos de adicción.
La investigación ha demostrado
que ANKK1 ayuda a identificar la liberación de dopamina en los centros de
recompensa del cerebro, lo que refuerza los comportamientos útiles. Pero las
drogas adictivas - incluyendo la nicotina - también causan que los niveles de dopamina
se disparen. ANKK1 está estrechamente vinculado a la forma en que nuestros cuerpos
reaccionan a las adicciones.
Una pequeña parte de ANKK1 puede
variar en función a los genes que heredamos de nuestros padres. Hay dos
versiones de este fragmento, A1 y A2, por lo que se pueden combinar de
cualquier manera. La investigación de la Universidad de Zhejiang encontró que
aquellos con la combinación A2 / A2 tienen mejores probabilidades de dejar el
hábito de fumar, basado en datos de 23 estudios diferentes publicados entre
1994 y 2014, que cubren un total de 11.151 fumadores y ex fumadores.
Aquellos con A2 / A2 en su ADN tenían
22 % más probabilidades de dejar de fumar con éxito, pero esto solo se dio en personas
de ascendencia caucásica. Los fumadores de origen asiático oriental no
presentaban estas diferencias y los fumadores negros y latinos no eran
suficientes en el estudio para determinar si existía una relación similar.
Los investigadores esperan que
sus hallazgos puedan mejorar los fármacos utilizados para ayudar a las personas
a dejar el hábito de fumar porque les permite adaptarse a determinados tipos de
genes. "Nuestros resultados proporcionan evidencia de apoyo para una mayor
investigación de la medicina personalizada para dejar de fumar de acuerdo con
los genotipos individuales", concluyen.
FUENTE: Science
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