Científicos de la Universidad del Oeste de Inglaterra (UWE)
en el Reino Unido han demostrado que no solo se puede cargar celulares con
orina, sino que también se pueden matar patógenos en las aguas residuales a
medida que esto se hace.
El equipo ha creado una tecnología que permite instalar un
urinario con celdas que se alimentan de orina y que pueden generar suficiente
electricidad para la iluminación del cubículo.
El ensayo, creado
en colaboración con Oxfam en 2015, demostró el potencial de esta tecnología
para lugares como zonas de desastre y campamentos de refugiados, donde a menudo
falta una fuente de alimentación e iluminación al aire libre.
Pero si esta biotecnología también puede matar a los
patógenos en las aguas residuales, eso abre una serie de otros usos
potenciales, incluyendo la instalación en zonas alejadas, donde los recursos
municipales para la limpieza de residuos son escasos.
La tecnología funciona con células de combustible microbianas
(MFC) en las que los microbios se alimentan de material orgánico, lo que les
permite crecer y generar una pequeña cantidad de energía en el proceso. "El
MFC es en efecto un sistema que aprovecha una parte de esa energía bioquímica
utilizada para el crecimiento microbiano, y lo convierte directamente en
electricidad", explicó el investigador principal, Ioannis Ieropoulos, en
2015.
Los estudios han demostrado que los MFC parecen tener propiedades
desinfectantes, probablemente debido a la generación de peróxido de hidrógeno
durante el proceso de generación de energía. Esta desinfección ocurre en una
etapa posterior en el sistema de células de combustible, por lo que no mata a
los microbios que alimentan el MFC.
Este potencial de desinfección dio al equipo de UWE una idea
para probar sistemáticamente cómo se podría usar para purificar aguas
residuales. Para ello, seleccionaron uno de los patógenos gastrointestinales
más importantes, una cepa de la bacteria Salmonella que causa síntomas típicos
de intoxicación alimentaria. Cuando comprobaron el flujo de salida al final del
proceso de purificación para medir los niveles restantes de patógenos,
encontraron justo lo que esperaban: se redujo considerablemente la Salmonella.
De hecho, las baterías destruyeron estos patógenos tan
eficazmente, que redujo sus niveles a lo que se considera aceptable en las
prácticas convencionales de saneamiento. "Hemos reducido
significativamente el número de organismos patógenos, pero no hemos demostrado
que podamos reducirlos a cero. Seguiremos el trabajo para probar si podemos
eliminarlos por completo", dice otro de los autores, el microbiólogo John
Greenman. El estudio se publicó en PLOS
ONE.
Para dar a conocer este proyecto, financiado por la
Fundación Bill & Melinda Gates, el equipo también ha incorporado su
tecnología en un tocador portátil que se destacará en el festival de música
Glastonbury de este año en el Reino Unido. La energía generada por el inodoro
'Pee Power' se utilizará para alimentar las pantallas de información en el
festival. El plan es procesar más de 1 000 litros de orina al día, usando la
electricidad para un conjunto de diez paneles de información.
De esta forma se demostrará que Pee Power y la tecnología MFC
pueden desarrollarse para una amplia gama de usos, finaliza Ieropoulos.
FUENTE: ScienceAlert
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