Un equipo internacional de
investigadores ha descubierto finalmente el origen de la misteriosa señal que
ha confundido a los científicos durante 10 años y que provenía de más de 3.000
millones de años luz de distancia.
Descubiertas por primera vez
en 2007, los estallidos rápidos de radio (FRB, por sus siglas en inglés) fueron
un enigma para los científicos. Luego en 2012, investigadores de la Universidad
de Cornell detectaron que una señal de solo tres milésimas de segundo de
duración estaba repitiendo esporádicamente.
Inicialmente, los
investigadores pensaron que la señal provenía de dentro de la propia Vía
Láctea, o de nuestros vecinos galácticos más cercanos y después de más de 50 horas examinando el
cielo con la esperanza de conseguir un punto de la señal, tuvieron suerte, y
fueron capaces de rastrearla hasta su origen, el cual ahora se sabe es una
galaxia enana en forma de pentágono en la constelación de Auriga.
La nueva investigación publicada
en la revista Nature confirma que emana de la pequeña galaxia que tiene el 1%
de masa de la nuestra. "Estos destellos de radio deben tener enormes
cantidades de energía para ser visibles desde más de 3.000 millones de años luz
de distancia", dijo
el investigador de la Universidad de Cornell, Shami Chatterjee, en un
comunicado.
En este momento hay 18 FRB
conocidos, pero todos ellos fueron detectados por telescopios de radio no
especiales que no habían podido reducir su origen a una ubicación precisa. Y ahora,
con este descubrimiento, los científicos pueden finalmente estar cerca de
explicar que causa estas peculiares señales.
Sin embargo, aunque las
señales inicialmente llamaron la atención de los buscadores de inteligencia
extraterrestre, el origen no sería alienígena. "Creemos que puede ser un
magnetar, una estrella de neutrones recién nacida con un campo magnético
enorme, dentro de un remanente de supernova o una plerión (una nebulosa de
viento de pulsar), produciendo de alguna manera estos pulsos prodigiosos",
dijo
Chatterjee.
Las estrellas de neutrones son
increíblemente pequeñas y densas, con una masa alrededor de dos veces la del
Sol. Se forman cuando una supernova (una estrella súper masiva) llega al final
de su vida útil y detona su combustible restante de manera espectacular.
Ubican el lugar exacto
de donde salen las FRB. Video: VideoFromSpace
Por otro lado, las señales
también pueden ser causadas por un agujero negro en el centro de la galaxia
enana, el cual emite destellos de luz cuando las partículas caen dentro de él a
una velocidad increíble.
Si bien estas son las
explicaciones más comunes, Bryan Butler, del Observatorio Nacional de
Radioastronomía señaló que no se pueden aplicar a esta señal particular. "Hay
que tener en cuenta que este FRB es el único conocido que se repite, por lo que
puede ser físicamente diferente de los demás", dijo
en un comunicado.