El miércoles 22 de febrero, un grupo internacional de
astrónomos anunció el hallazgo de un sistema estelar con siete planetas de masa
similar a la Tierra, de los cuales tres se encuentran en una zona habitable y
podrían, por lo menos uno, albergar océanos de agua en su superficie.
"Encontrar una nueva Tierra es cuestión de tiempo", comentó el astrofísico Thomas Zurbuchen, director el anuncio de la NASA. Los planetas se encuentran a 40 años luz de la Tierra, en la constelación Acuario y orbitan alrededor de Trappist-1, una estrella que recibe el nombre de Trappist en honor al Telescopio Pequeño para Planetas en Tránsito y Planetesimales, ubicado en Chile, que permitió observar a tres de los siete planetas, en mayo de 2016.
Estos tres planetas se encuentran dentro de zona considerada
como "habitable", por la distancia que los separa de su estrella,
como el caso de la Tierra en nuestro sistema solar. Amaury Triaud, de la Universidad de
Cambridge, Reino Unido, reveló que si “el planeta más alejado tiene una
atmósfera que atrapa eficientemente el calor -un poco más como la atmósfera de
Venus que la de la Tierra- podría ser habitable. Sería decepcionante si la
Tierra representa la única posibilidad de habitabilidad en el Universo", contó
a la BBC.
Para Michaël Gillon, astrónomo de la Universidad de Lieja,
Bélgica, el sistema recuerda mucho a Júpiter debido a que los planetas se
encuentran muy cerca unos de otros. Los siete planetas están más cerca de
Trappist-1 que Mercurio del Sol, según la NASA. Esto significa que si uno se
para sobre un planeta podría ver de cerca los otros, así como podemos ver la
Luna desde la Tierra.
¿Por qué podría albergar vida? Debido a que la estrella es
pequeña y fría, “los siete planetas son templados, lo que significa que podrían
tener agua líquida y, por extensión, quizás vida en su superficie", agrega
Gillon.
El paso siguiente es buscar gases como oxígeno y metano en
su superficie. "La estrella
Trappist-1 es convenientemente pequeña y tenue. Esto significa que los
telescopios no se 'deslumbrarán' como sí lo harían al apuntar a estrellas mucho
más brillantes", comenta David Shukman, editor de Ciencias de la BBC.
"El telescopio espacial James Webb, el sucesor de
Hubble, tendrá la posibilidad de detectar ozono si es que esta molécula está
presente en la atmósfera de alguno de los mundos", dijo el coautor de la
investigación publicada en Nature,
Brice-Olivier Demory. Y el ozono podría indicar actividad biológica. Sin
embargo, inferir vida desde lejos es un problema también, por eso debemos
esperar a más investigación al respecto antes de asumir que podría haber vida. Algunas
de las propiedades de las estrellas frías y de poca masa suponen desafíos para la
vida, como por ejemplo, la radiación en forma llamaradas, que tiene el
potencial de esterilizar las superficies de los planetas cercanos.
FUENTE: BBC