Con el fin de no depender del sistema de navegación estadounidense GPS,
la Unión Europea lanzó en 2011 Galileo,
su propio sistema de satélites para cumplir esa tarea. Durante años todo había
estado funcionando bien, hasta la semana pasada que se han presentado problemas
con nueve relojes a bordo de los 18 satélites actualmente en órbita.
De acuerdo a lo anunciado en una conferencia de prensa por Jan Woener,
director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), seis relojes máser
pasivos de hidrógeno y otros tres estándar de frecuencia atómica de rubidio han
fallado y se están investigando los errores.
Cada
satélite de la constelación Galileo está equipado con dos relojes máser de
hidrógeno, uno que sirve de referencia principal para la generación de señales
de navegación y otro de reserva. Además, cuenta con otros dos relojes de
rubidio que sirven como apoyo en caso los anteriores fallen.
Woener, quien ha dicho que aunque no se ha visto afectada la
operatividad del proyecto, este no deja de “ser un tema sensible”. Así mismo,
ha destacado la importancia de esos relojes para el buen funcionamiento del
sistema y no ha confirmado aún si será posible reanimarlos para que vuelvan a
funcionar.
Por otro lado, si bien es cierto los sistemas de navegación están
funcionando, Woener ha dicho que si esos
fallos empiezan a ser sistemáticos, “hay que tener cuidado”. Además, la ESA se
encuentra estudiando si detiene el lanzamiento de nuevos satélites hasta resolver
el problema o si mantiene los lanzamientos, porque eso supondría un mayor
número de relojes tanto activos como de reserva en órbita.
El director de la ESA ha admitido que todavía no se saben las causas del
fallo detectado, pero ha insistido en que el hecho de contar con reservas ha
posibilitado que actualmente todos los satélites de la constelación sigan en
funcionamiento. El director general ha aprovechado para defender la apuesta
europea por este sistema de navegación propio, pese a que se contaba ya con la
versión estadounidense.
“Si quieres ser competitivo no puedes depender de la tecnología de otros”,
ha concluido Woerner, quien ha dicho no tener miedo de asumir riesgos y ha señalado
que, si solo se apuesta por tecnología ya conocida, nunca habría avances.
Este no es el primer problema que presenta el sistema de navegación
Galileo. En 2014 dos
satélites se perdieron al quedar situados en una órbita incorrecta. Sin
embargo, luego pudieron ser recuperados.
FUENTES: EUROPA PRESS, ABC