Con sus más de 430 grados centígrados, Venus es el planeta con la
superficie más caliente del Sistema Solar. Incluso más que Mercurio, que está muy
cerca del Sol. Por eso su
densa y extrema atmosfera ha hecho que sea muy difícil de estudiar.
Cualquier equipo o computadora que se envíe en una misión duraría solo un
tiempo limitado.
Hasta ahora que NASA
ha ideado una solución. Un grupo de científicos de la agencia espacial norteamericana
ha desarrollado y probado con éxito un chip de computadora que soporta altas
temperaturas y presiones como las experimentadas en la superficie de Venus.
Este componente es vital para la misión que NASA está planeando para el 2023.
"Si nos fijamos en las misiones a Marte, ha habido rovers en la
superficie obteniendo todo tipo de datos científicos", dijo
Philip Neudeck, ingeniero electrónico del Centro de Investigación Glenn de
la NASA en Ohio. "No tenemos ninguno de esos datos sobre Venus, y eso es
porque la electrónica no funciona en Venus". Y el planeta tiene muchas
características de interés para nosotros. Por ejemplo, sus procesos geológicos
y la atmósfera de gases de efecto invernadero podrían ayudarnos a comprender
mejor los procesos en la Tierra, según los de los autores del estudio.
Para entender cómo construir un chip de computadora que pueda aguantar
las extremas condiciones de Venus, necesitamos entender un poco sobre cómo
funcionan los semiconductores y los transistores.
Los
semiconductores son metales por donde pasa la corriente pasa con menos facilidad
que por los conductores regulares. Por eso se puede cambiar la conductividad
eléctrica e ellos, lo que significa que también son útiles como transistores.
Los transistores, por otro lado, son como pequeñas puertas en el camino
de la corriente, o el circuito, que se abren y cierran basándose en una
corriente de entrada. Los microchips, la espina dorsal de las computadoras, son
en realidad todas las partes del circuito como los alambres y los transistores
grabados en un pedazo de semiconductor.
Neudeck explicó que los desafíos más importantes para un chip en Venus eran
la temperatura y la
atmósfera químicamente reactiva. La mayoría de los chips están hechos de
silicio, el cual a altas temperaturas comienza a comportarse como un conductor
regular en lugar de un semiconductor. Para solucionar eso, Neudeck fabricó
chips de carburo de silicio, que mantienen sus buenas propiedades
semiconductoras. El equipo también se aseguró que las interconexiones, los
cables que conectaban todas las piezas del chip, no se achicharren utilizando
materiales exóticos como el siliciuro de tantalio.
Los investigadores crearon chips especiales que emitieron una señal
electrónica, y los probaron en el Glenn Extreme Environments Rig de la NASA o
GEER, una olla de alta presión tóxica que puede recrear la atmósfera de Venus.
El chip sobrevivió y continuó funcionando incluso bajo las condiciones
atmosféricas recreadas de Venus, durante más de 21 días. El quipo publicó sus
resultados en la revista AIP Advances.
Aunque aún no están listos para ser enviados a nuestro caliente vecino (tienen
la capacidad de un chip de los años 70), el solo hecho que los chips hayan
funcionado es de por sí asombroso. "Estamos de vuelta a principios de los
setenta en términos de la ley de Moore de la complejidad del chip", dijo
Neudeck, quien ya está fabricando chips mucho más potentes que podrían
ayudar a explorar otras partes del espacio.
FUENTE: GIZMODO,
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