NASA lanzará en septiembre una
sonda espacial con la misión de estudiar el asteroide Bennu, y recabar
información sobre el Sistema Solar temprano, posible materia orgánica, y las partículas
elementales la existencia de la vida. Pero, aunque Bennu, se dirige a la
Tierra, no está en ruta de colisión contra nosotros.
De hecho, a pesar de ser denominado
como "asteroide Armageddon", la probabilidad de que Bennu alcance (o
peor, que nos destruya) la Tierra es casi nula, según la escala de
Turín, la cual es una escala que NASA utiliza para determinar el nivel de
amenaza que representa un asteroide.
"En la escala de Torino,
Bennu es cero. Así que la probabilidad de que golpee la Tierra es muy, muy baja",
dijo Glen
Nagel de la estación de seguimiento de la NASA en Canberra, Australia, en
una entrevista con la cadena ABC. "Obviamente, no se puede descartar
completamente, pero en la escala actual, es cero."
La razón por la que los medios
le han prestado demasiada atención a Bennu es porque los investigadores han
afirmado que potencialmente podría chocar con la Tierra en algún momento del
siglo 22, pero la probabilidad de que eso ocurra es de 1 en 2.700.
E incluso si tenemos la mala suerte de ser impactados, no destruirá a la
totalidad de la especie humana.
"Sin duda, causaría una
devastación en gran escala si llegase a impactarnos", dijo Nagel.
"El asteroide tiene medio kilómetro de tamaño, aproximadamente.
Ciertamente no es el asesino de dinosaurios que tendemos a pensar, o que destruiría
el planeta, como muestran en un montón de películas de Hollywood". En
comparación, se cree que el impacto que mató a los dinosaurios tendría cerca de
10 km de diámetro. "No estamos hablando de un asteroide que podría
destruir la Tierra", dijo
Dante Lauretta a Space.com. "Ni siquiera estamos cerca de ese tipo de
energía de un impacto."
Ahora, si la sonda no
va a redireccionar el asteroide, entonces ¿qué va a hacer? A pesar de que
tenemos una muy buena comprensión de cómo ocurre la evolución, todavía no
estamos 100% seguros de cómo aparecieron los compuestos orgánicos que crearon
las condiciones para la primera vida en la Tierra.
Una de las hipótesis más
populares en este momento es que distintos asteroides chocaron con la Tierra y compartieron
sus compuestos orgánicos con nosotros, causando que nuestro planeta
desarrolle las características para sustentar la vida. Y esos son los signos
que NASA estará buscando en Bennu. La sonda OSIRIS-Rex será lanzada con el
cohete Atlas V 411 en septiembre de este año, e investigará Bennu durante seis
años.
"¿Este tipos de cuerpos trajeron
material orgánico y agua, en forma de minerales hidratados como arcillas, a la
superficie de nuestro planeta y creó la
habitabilidad y los entornos que pueden haber llevado al origen de la
vida?" dijo el investigador principal de la misión Osiris-Rex, Dante
Lauretta, en
un comunicado de prensa.
Osiris-Rex será lanzado el 8
de septiembre, y tendrá una órbita alrededor del Sol de aproximadamente un año
antes de llegar a Bennu, guiada por el campo gravitacional de la Tierra. La
relativamente pequeña nave obtendrá hasta 2 kg de muestras y regresará a la
Tierra en 2023.
FUENTES: SPACE,
SCIENCEALERT