Esta semana se viene llevando
a cabo en el Perú la Primera
Semana del Espacio, un evento internacional que congrega a los
profesionales y estudiantes del área y que tiene por objetivo difundir el
estado de las ciencias espaciales en Latinoamérica.
Una de las actividades más
importantes ha sido la realización del del
Space Generation Workshop durante los días 1 y 2 de agosto, un taller en el
que especialistas en ciencias espaciales de todo el mundo, y en especial de
Latinoamérica, se reunieron para analizar la situación de la región y dar sus
sugerencias con el fin de mejorar el sector.
Durante dos días, los
especialistas se dividieron y reunieron en 4 grupos para estudiar las siguiente
temáticas: nanosatélites, astrobiología, uso de una base de datos unificada y
finalmente cómo impulsar que nuestras naciones desarrollen un programa
espacial. Los nanosatélites, son satélites pequeños de menos de 500 kg y que
son más sencillos y baratos de producir. La astrobiología es la ciencia que
estudia la posible existencia de vida fuera de la Tierra y una base de datos espacial
unificada implica que los datos generados por satélites sean compartidos por los
estados, universidades y empresas de los países miembros.
En las deliberaciones
participaron profesionales de diversas nacionalidades como Argentina, México,
Colombia, Perú, Chile y Estados Unidos, y las conclusiones serán llevadas a la Comisión
del Espacio de Naciones Unidas.

En el uso de nanosatélites se
concluyó que la situación en la región es precaria (el promedio es de 3
satélites por país) y que para incentivar el desarrollo de los nanosatélites es
imprescindible que la
academia, el sector privado y el estado se involucren en la generación de ciencia
trabajando de modo conjunto.
El
uso de cubesats, por ejemplo, podría ayudar al Estado a combatir el
narcotráfico, cuidar el medio ambiente, hacer pronósticos climatológicos y
prestar ayuda en tiempo real en casos de desastres naturales. Por su parte, la
empresa podría usarlos para exploraciones mineras. Mientras que las
universidades podrían utilizar la experiencia de naciones más avanzadas para
aprender el know-how.

El grupo que deliberó acerca
del tema de Astrobiología concluyó que debido a que los grupos de estudio se
encuentran hoy desconectados a nivel regional, es necesario interconectar las
comunidades de estudio astrobiológico en nuestras naciones, incentivando
seminarios, escuelas de verano y pasantías.
También se acordó pedir el
apoyo a los gobiernos para crear la especialización de astrobiología en las
universidades, porque de momento sólo existen cursos cortos en algunas
universidades sudamericanas como por ejemplo en la Universidad de Chile y la
Universidad de Manizales en Colombia. También se habló del desarrollo del potencial
astrobiológico que representa la estación de investigación espacial en el
desierto de La Joya, en Arequipa, donde se está planeando construir una
estación de investigación análoga a la marciana que existe en Utah.

Por su parte, el equipo de
científicos que se encargó de estudiar cómo impulsar que nuestras naciones
desarrollen un programa espacial, concluyó que aunque
estamos lejos de los países desarrollados, contamos con ventajas que
podemos aprovechar. Como por ejemplo que cuatro de nuestras naciones están
dentro o muy cerca de la línea ecuatorial, con lo cual se necesita menos
energía para colocar objetos en el espacio. Por otro lado, el grupo recomendó
que el gobierno peruano apoye e incentive la creación de un Instituto de
Investigación Interdisciplinaria Astrobiológica, teniendo como punto de partida
el proyecto de la estación de investigación marciana en La Joya.
Sin embargo, concluyó el
panel, para llegar a ese nivel debemos trabajar en reducir la burocracia y la
corrupción; así como en actualizar las leyes que limitan la experimentación con
sistemas de propulsión y promover incentivos fiscales a las empresas que se
dediquen a Investigación y Desarrollo, todo esto con el fin de desarrollar una
industria espacial local. Además de colaborar entre naciones e intentar
aprender de los países que ya cuentan con un programa espacial robusto. A corto
plazo, las investigaciones desarrolladas en las universidades, expresaron,
serán vitales para la región.

Finalmente, el equipo de
especialistas que discutió la base de datos espacial, argumentó que la creación
de una base de datos centralizada (como la tiene la ESA o NASA) sería de gran
ayuda para avanzar de manera conjunta compartiendo información relevante,
potenciando las capacidades en los diferentes países y creando necesarias
sinergias. Una base de datos centralizada aporta al estudio en las
universidades y colegios, proveería de información
actualizada a los gobiernos y podría aportar excelentes oportunidades de
negocio para las empresas. Todo lo cual no podrá llevarse a cabo si no es con
un marco legal adecuado, reforzando las instituciones y con financiamiento
público tanto como privado.
Algo en lo que todos los
grupos coincidieron fue que se necesita mejorar la forma en que se comunica y
populariza la ciencia, además de involucrar al público, ya que sin éste no se
podrá llegar a los jóvenes, quienes
eventualmente serán quienes aporten al desarrollo aeroespacial de la
región.
La Primera Semana Espacial continúa hasta el viernes 5 de agosto en la Pontificia Universidad Católica en Lima y aquí puedes ver el programa completo, o seguir la cobertura de Sophimania.