La famosa Paradoja de Fermi se
hace la pregunta de si el Universo es inmenso, y está lleno de miles de
millones de estrellas que tienen planetas potencialmente habitables para
mantener la ¿por qué no nos hemos encontrado con ningún extraterrestre?
Una nueva investigación, publicada
en la revista Astrobiology, sobre cómo la vida podría haber evolucionado en
otros lugares del universo ha arrojado una posibilidad bastante deprimente sobre
esa pregunta: No hemos encontrado ningún alienígena aún porque probablemente todos
ya están muertos.
La hipótesis se basa en lo que
sabemos de los primeros mil millones de años de formación de un planeta. Sus
ambientes son extremadamente inestables, la
composición atmosférica y la temperatura oscilan tan salvajemente que las
de que una nueva forma de vida evolucione lo suficientemente rápido para
adaptarse son mínimas.
"El Universo está
probablemente lleno de planetas habitables, por lo que muchos científicos
piensan que debe ser lleno de extraterrestres", dijo el
investigador principal, Aditya Chopra, de la Universidad Nacional de
Australia. "Sin embargo la vida temprana es frágil, por lo que creemos que
raramente evoluciona lo suficientemente rápido como para sobrevivir."
Chopra y su equipo ponen como
ejemplos los primeros entornos de Venus y Marte;
hace unos 4 mil millones años, cuando ambos planetas se estaban formando, eran probablemente
bastante habitables, y hay una posibilidad de que formas de vida temprana aparecieran
en sus superficies rocosas.
Pero existen pruebas para sugerir
que alrededor de mil millones de años después de que estos planetas se habían
formado, Venus estaba en camino a convertirse en el invernadero infernal tal y
como lo conocemos hoy, y Marte todo lo contrario: sus temperaturas se
desplomaron, y cualquier vida temprana que se hubiese formado en su superficie
probablemente murió congelada.
Y la Tierra es especial
justamente por eso. Los investigadores sugieren que nuestro éxito se debió a
que las primeras formas de vida tuvieron un efecto estabilizador sobre el cambiante
medio ambiente. "La mayoría de los ambientes planetarios tempranos son
inestables", dice Chopra.
"Para producir un planeta habitable, las formas de vida necesitan regular
los gases de efecto invernadero, como el agua y el dióxido de carbono con el
fin de mantener las temperaturas de superficie estable."
Los investigadores simularon
este escenario mediante un modelo que ellos llaman Cuello de Botella de Gaia,
que dice que si la vida no puede evolucionar lo suficientemente rápido para estabilizar
su entorno, entonces muere. Si ponemos como ejemplos a Venus y Marte, el cuello
de botella de Gaia afirma que si no sobrevives ese duro y breve periodo de
habitabilidad, entonces es probable que hayas perdido tu oportunidad.
Sabemos por investigaciones
anteriores que la vida en la Tierra pudo evolucionar tan rápido, que terminó
regulando las emisiones de gases de efecto invernadero a escala planetaria, y
esto pareció tener un efecto favorable en lo que se conoce como albedo de nuestro planeta: la
relación entre la radiación reflejada y la radiación absorbida.
"El misterio de por qué
todavía no hemos encontrado indicios de extraterrestres puede tener menos que
ver con la posibilidad del origen de la vida o de la inteligencia y tienen más
que ver con la rareza de la rápida aparición de una regulación biológica de los
ciclos de retroalimentación en las superficies planetarias ", dice otro de
los investigadores, el astrónomo Charles Lineweaver.
Nuestra tecnología de momento
solo nos permite estudiar unos cuantos planetas así que futuras correcciones
deberán hacerse con el tiempo. Sin embargo, de ser ese el caso, de que la vida difícilmente
logra pasar El Primer Gran Filtro,
entonces deberíamos sentirnos no solo afortunados sino cuidadosos de no
terminar extinguiéndonos nosotros mismos.
FUENTE: SCIENCEALERT