Los investigadores dicen que han encontrado la primera
evidencia clara de que el adelgazamiento de la capa de ozono sobre la Antártida
está empezando a sanar. En el 2015, reportaron en un informe publicado en Science
que el agujero de la capa de ozono era aproximadamente 4 millones de kilómetros
cuadrados más pequeño de lo que era en el año 2000 y esto se ha ido logrando
confirme se han eliminado las sustancias químicas que destruyen el ozono.
En 1986, la investigadora estadounidense Susan Solomon
mostró que el ozono estaba siendo destruido por la presencia de moléculas que
contienen cloro y bromo derivadas de clorofluorocarbonos (CFC). Gracias a la
prohibición global del uso de CFC en el Protocolo de Montreal en 1987, la
situación en la Antártida ha ido mejorando poco a poco.
Varios estudios han demostrado la influencia cada vez menor
de los CFC, pero de acuerdo a los autores de este nuevo estudio, la capa de
ozono está empezando a curarse. Solomon y sus colegas, entre ellos
investigadores de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, llevaron a cabo
mediciones detalladas de la cantidad de ozono en la estratosfera entre 2000 y
2015.
Utilizando los datos de los globos meteorológicos, satélites
y simulaciones de modelos, fueron capaces de demostrar que el adelgazamiento de
la capa había disminuido en 4 millones de kilómetros cuadrados durante ese
período. El encontró que más de la mitad de la contracción se debió únicamente
a la reducción del cloro atmosférico, es decir, que reducir la contaminación ha
funcionado.
"A pesar de que se eliminó la producción de CFC en
todos los países, incluyendo India y China, en el año 2000, todavía hay una
gran cantidad de cloro que queda en la atmósfera", explica Solomon. "Tiene
una vida útil de unos 50-100 años, por lo que está empezando a decaer
lentamente y el ozono se recuperará lentamente también. No esperamos ver una
recuperación completa hasta alrededor de 2050 o 2060".
Los científicos creen que un factor clave para la formación
del agujero de ozono fue la actividad volcánica. "Después de una erupción,
el azufre volcánico forma partículas diminutas y esas son las semillas de las
nubes estratosféricas polares", afirma Solomon. "Hasta que no hicimos
nuestro estudio, nadie se dio cuenta de que la erupción de Calbuco en Chile, en
realidad había afectado de manera significativa la pérdida de ozono en octubre
de 2015".
"Esta es la primera evidencia convincente de que la
curación del agujero de ozono antártico ha comenzado", añade el Dr. Markus
Rex, del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina en Alemania. Sin
embargo, algunas personas no están del todo convencidas de que la capa de ozono
esté mejorando. Independientemente de estas preguntas, los científicos que
participaron en el estudio creen que la historia del ozono es un gran modelo para
abordar los problemas ambientales globales.
FUENTE: BBC