Expertos en cambio climático predicen que los fenómenos
climáticos extremos aumentarán en frecuencia o en gravedad, y estos eventos son
una carga de salud pública muy seria, explica Mark Kein, médico de medicina de
emergencia y el fundador de DisasterDoc LLC.
Los eventos climáticos extremos se dividen en tres
categorías: desastres de alta precipitación (como huracanes y tornados),
desastres de baja precipitación (calor, sequías e incendios forestales) y
desastres en el nivel del mar, explica el experto.
Los desastres de alta precipitación, que incluyen tormentas,
inundaciones y deslizamientos de tierra, pueden matar a la gente de varias
maneras, dijo Keim. La gente puede morir de caídas, electrocuciones (de líneas
eléctricas caídas), ahogamiento (por ejemplo, durante un huracán) o asfixia (en
un deslizamiento de tierra), dijo Keim. En los Estados Unidos, más muertes
ocurren durante la fase de limpieza de los huracanes que durante las tormentas
reales, agregó.
Los datos muestran que entre las personas con cualquier tipo
de lesiones graves, el 50 % mueren inmediatamente, y otro 30 % de las personas
gravemente heridas mueren en la primera hora, dijo Keim. Eso significa que el
80 % de todas las muertes por lesiones graves ocurren dentro de 1 hora del
evento, que se considera "la hora dorada", dijo. Pero durante un
desastre, con los vientos soplando o la tierra temblando, es casi imposible
llegar a las víctimas dentro de esa hora de oro, dijo Keim. Así que si los
médicos y los expertos quieren reducir el número de muertes, necesitan adoptar
un enfoque diferente: prevención.
Las muertes por tornados, por ejemplo, han disminuido diez
veces en los últimos 30 años, gracias a una mejor comunicación sobre tormentas
y educación en prevención, dijo. Mejora de pronósticos y alertas tempranas
permiten a la gente salir de la zona, agregó. Sin embargo, los desastres de
baja precipitación también amenazan la salud, como las olas de calor, sequías e
incendios forestales.
Kim Knowlton, profesora clínico adjunta de ciencias de la
salud ambiental en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Columbia en
Nueva York, explicó sobre los riesgos para la salud que plantea el calor, en la
reunión anual Climate & Health Meeting. "Hay una clara tendencia de
calentamiento que amenaza la salud", explica. "Las olas de calor, que
son eventos extremos de calor que duran varios días, son la causa No. 1 de
fatalidades meteorológicas en los Estados Unidos, en promedio, en los últimos
30 años", dijo.
Normalmente, el cuerpo regula su temperatura interna a
través del corazón y los pulmones, dijo Knowlton. Cuando está caliente, el
corazón late más rápido, respiramos más rápido y sudamos para refrescarnos,
dijo. Pero en el calor extremo, estas funciones no pueden librar el cuerpo del
calor, y nuestra temperatura interna se levanta.
Esto puede conducir a una serie de enfermedades relacionadas
con el calor, desde las más leves, como los calambres y la fatiga, hasta las
más graves, como el desmayo, el agotamiento y el golpe de calor, que es fatal
en más de La mitad de todos los casos, explica la experta. También puede
aumentar el riesgo de muerte por enfermedades del corazón, enfermedades
respiratorias, y enfermedades renales.
Los más vulnerables son los niños, los ancianos, los
trabajadores al aire libre, los atletas, las personas con problemas médicos,
las mujeres embarazadas, los pobres, las personas sin hogar y las personas que
viven en las ciudades. Además, ciertos medicamentos, como medicamentos para la
presión arterial, antidepresivos y medicamentos para alergias, hacen que las
personas sean más susceptibles al calor, finaliza Knowlton.
FUENTE: Live
Science