Científicos del Instituto de Tecnología de Karlsruhe en Alemania
han detectado trazas de amoníaco en la troposfera superior, la más baja de las
capas atmosféricas de la Tierra. El estudio se publicó en Atmospheric Chemistry and Physics
El amoniaco es liberado a la atmósfera como producto de las emisiones
agrícolas de la ganadería y la fertilización, y está en concentraciones altas
por encima de la India y China, donde el crecimiento demográfico y económico ha
aumentado en los últimos años.
¿Qué es la troposfera? Es una capa que se extiende de 7 a 20
km sobre el nivel del mar, y contiene hasta el 80 % de la atmósfera del
planeta, y todos los fenómenos meteorológicos. Para este estudio, un equipo analizó
los datos de satélite recolectados de varias partes de la troposfera entre
junio de 2002 y abril de 2012 y calculó los promedios de tres meses.
Los resultados permitieron identificar el amoníaco
atmosférico (compuesto químico de nitrógeno e hidrógeno) que se encontraba a unos
12 a 15 km por encima del nivel del mar en la zona del monzón asiático. Esta
acumulación de amoníaco se encontró en una concentración de hasta 33 pptv (33
moléculas de amoníaco por trillón de moléculas de aire) por encima del norte de
la India y el sudeste de China.
El descubrimiento revela que el amoníaco liberado en la
superficie de la Tierra debido a procesos agrícolas llega hasta la troposfera,
donde termina en monzones. El investigador principal,Michael Höpfner, cree que debido
a que estos vestigios de amoníaco se encontraron en monzones asiáticos, la
emisión agrícola podría estar desempeñando un papel en la formación de
aerosoles en la troposfera.
Estos aerosoles son pequeñas partículas sólidas super-finas
y gotitas líquidas que son trasportadas en la atmósfera, y forman nubes. Como explica la NASA, los aerosoles pueden
modificar el tamaño de las partículas de nubes, y cambiar la forma en que las
nubes reflejan y absorben la luz solar, lo que genera bruma y amaneceres y
puestas de sol más rojas. Ahora sabemos que cuando el amoníaco se libera como
una emisión agrícola en altas concentraciones, no solo contamina el ecosistema
local, sino que también puede conducir a la formación de nuevas nubes e influir
en las nubes existentes en la atmósfera.
Sin embargo, esta acumulación podría estarnos ayudando a
mitigar los efectos del calentamiento global. Se cree que su acumulación en la
troposfera podría tener un efecto de enfriamiento, compensando en parte el
efecto invernadero causado por el hombre.
FUENTE: Science Alert