Científicos de la Universidad
de Linköping en Suecia han
desarrollado un material delgado, similar al papel, capaz de almacenar
energía. Con solo 15 centímetros de diámetro y menos de 0,5 milímetros de
espesor, este nuevo material puede almacenar 1 faradio de capacidad eléctrica,
que es casi lo mismo que muchos supercondensadores
utilizados en los dispositivos eléctricos en la actualidad.
El material, que está hecho de
nanocelulosa y un
polímero conductor, puede ser cargado y
luego utilizado, con una duración de cientos de ciclos de carga. "Las
películas delgadas que pueden funcionar también como condensadores han existido
durante algún tiempo", dijo
Xavier Crispin, investigador jefe del proyecto. "Lo que hemos hecho es
producir el material en tres dimensiones. Podemos producir láminas
gruesas."
Una vez listo, el material parece
un papel negro, aunque es ligeramente más plástico. Sin embargo si tiene las
cualidades del papel como fuerza y su capacidad para doblarse.
El equipo creó las hojas en
base a fibras de celulosa que fueron rotas utilizando agua a alta presión.
Estas fibras miden sólo 20 nanómetros de diámetro, y se añaden a una solución
de agua que contiene un polímero cargado eléctricamente. El polímero forma
entonces una capa fina sobre las fibras.
El material, que según los
investigadores afirman establece nuevos registros de conductividad simultánea
de iones y electrones, podría tener un impacto significativo en la forma en que
almacenamos energía en dispositivos pequeños, y con una mayor investigación
podría incluso ser capaz de servir a las necesidades de energía de mayor
capacidad.
A
diferencia de las baterías y condensadores que utilizamos actualmente - que
utilizan grandes cantidades de metal y, a menudo contienen sustancias químicas
tóxicas – este “papel” está hecho de materiales simples: celulosa renovable y un
polímero fácilmente disponible.
Según
los investigadores, el papel es ligero, no requiere de productos químicos
peligrosos o metales pesados, y es resistente al agua. El reto es desarrollar
un proceso industrial para su fabricación a gran escala.
Al igual que con el papel
normal, este material tiene que ser deshidratado para poder fabricarse la
lámina. Si el equipo puede resolver este rompecabezas, posiblemente con la
ayuda de socios comerciales, es posible que veamos más seguido este material en
el futuro.
FUENTE: SCIENCEALERT