Un
reciente estudio ha encontrado que el mismo hongo que casi lleva a la
extincion a la variedad Gros Michel a comienzos de este siglo, está amenazando
nuevamente a la variedad más consumida a nivel mundial: Cavendish.
Según un nuevo estudio
realizado por investigadores en Holanda, el salto del resistente patógeno Fusarium
oxysporum f.sp. cubense (Foc) hacia América del Sur será inevitable.
Esto significa un problema bastante grande porque es en esta parte del mundo
donde más del 80% de los plátanos Cavendish son producidos. Solo Ecuador
suministra más de un tercio del mercado de exportación mundial de mil millones
de dólares.
Este hongo es tan efectivo como
devastador a la hora de infectar los cultivos de bananas. Transmitido a través del
suelo y el agua, el F. oxysporum puede permanecer latente en el suelo durante
un máximo de 30 años, y es prácticamente imposible para los productores, saber
si sus cultivos están infectados.
Una vez dentro del huésped
adecuado, el hongo encuentra su camino hacia el sistema de raíces y viaja hasta
los vasos del xilema, los principales transportadores de agua de una planta. Después,
destruye su sistema vascular, haciendo que la planta se marchite rápidamente y adquiera
un color amarillento, debido a la falta de agua. Finalmente la planta muere rápidamente
debido a la deshidratación.
Aunque inicialmente la
variedad Cavendish era resistente a estas infecciones, una nueva cepa, con el
nombre de VCG01213
o Tropical Race 5 (TR4), si está siendo capaz de atacar a esta variedad; y
el hecho que los Cavendish sean clones sin semilla de sí mismos significa que
no hay diversidad genética en toda la población mundial para permitir una
población resistente a al hongo.
"Sabemos que el origen de
TR4 es Indonesia y que luego se extendió desde allí, muy probablemente por
primera vez en Taiwán y luego a China y el resto del sudeste asiático", dijo
a Quartz, Gert Kema, miembro del equipo investigador. Él dice haber
identificado el hongo mortal en Pakistán, Líbano, Jordania, Omán y Mozambique,
y al noreste de Australia Queensland.
Aunque la extinción de los
plátanos no va a ser de la noche a la mañana, las medidas necesarias para su
preservación si van a ser drásticas. Lo más urgente es eliminar
las poblaciones infectadas, y para poder hacerlo se tienen que inventar nuevas
formas de detección para la posterior contención.
Aún estamos a tiempo para
evitar la extinción de una de nuestras frutas favoritas.