Según un nuevo estudio publicado en Nature
Communications, las orcas tienen su propia cultura, igual que los seres
humanos. Los científicos de la Universidad de Berna en Suiza han encontrado
evidencia que sugiere que esto podría haber influido en su evolución.
Resulta que grupos de orcas han evolucionado de manera
diferente en los últimos años, a pesar de que comparten un ancestro común. Para
los seres humanos, la cultura son las artes y otras manifestaciones de la realización
intelectual humana. Tiene que ver con la producción que se da a través de los sistemas
de creencias y que tiene que ver con el contexto y ubicación del grupo.
Las culturas humanas han comenzado a mezclarse cada vez más por
su capacidad de comunicarse y la globalización. En esencia, la humanidad ha
comenzado a borrar la distancia entre las culturas. Entonces, ¿qué significa
todo esto para las orcas? Pues bien, al igual que gran parte de la historia
humana, los grupos de orcas, conocidos como nichos, están separados
geográficamente, lo que significa que hay nichos de orcas separadas en
diferentes zonas de todo el mundo que nunca interactúan entre sí.
Todos estos nichos desarrollaron sus propias culturas en
forma de sistemas de caza y de socialización. Algunos grupos de orcas cazan acorralando
a los peces en masas gigantes para facilitar la alimentación, mientras que otras
se alimentan de crías de foca. El nuevo estudio se pregunta qué hace que suceda
esto. Para responder a esta pregunta, los investigadores examinaron los genomas
de 50 orcas de cinco nichos.
Después de su análisis, el equipo descubrió que algunos
genes difieren de un grupo a otro, sobre todo cuando se trata de la dieta.
Estos hallazgos sugieren que las ballenas asesinas, aunque unidas por un
ancestro común, se han descompuesto genéticamente, gracias a su cultura. Por
ejemplo, de 90 a 100 % de las personas con raíces culturales de Asia oriental
son intolerantes a la lactosa. Por otro lado, solo el 5 % de las personas con
ascendencia del norte de Europa tienen este problema, ya que los europeos del
norte tienen una larga historia de beber leche sin fermentar, mientras que los
asiáticos del este rara vez, o nunca, la consumen.
El equipo dice que los cambios genéticos culturalmente
cargados ocurrieron hace mucho tiempo, cuando los pequeños "grupos
fundadores de orcas invadieron diferentes ecosistemas en todo el mundo. A
medida que sus poblaciones crecieron, estos grupos se amoldaron a la búsqueda
de alimentos en estas zonas, y la transmisión de este conocimiento a través de
las generaciones aseguró la supervivencia del grupo.
FUENTE: Science
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