Un tardígrado que había sido congelado durante más de 30
años ha sido devuelto a la vida por investigadores en Japón, y ha logrado producir
14 bebés sanos. Los investigadores también descongelaron un huevo que se
recogió y se congeló en 1983, y no lograron revivirlo y hacerlo nacer sino que
este bebé sano, logró producir luego descendencia propia. El hallazgo se
reportó en Cryobiology.
El equipo del Instituto Nacional de Investigación Polar en
Japón es el encargado de este logro. No
debería sorprendernos que los tardígrados puedan volver a la vida luego de criopreservación,
puesto que ya había sido demostrado que pueden sobrevivir la desecación
prolongada y la pérdida de agua en casi un 100 %, la congelación y temperaturas
de ebullición, intensa radiación ionizante y el vacío del espacio exterior.
Pero el hecho de que los tardígrados puedan seguir produciendo descendencia
viable después de ser congelados durante más de tres décadas es increíble.
El tardígrado se encontró con otro adulto y un solo huevo
cuando los investigadores estaban reuniendo musgo de la estación de Showa en la
Antártida en noviembre de 1983. Los almacenaron durante 30 años y seis meses a
una temperatura de -20 grados Celsius. El congelamiento hizo que los
tardígrados y huevos se sometieran a un proceso conocido como criptobiosis, en
el que se produce un cierre completo de todos los procesos metabólicos,
incluyendo la reproducción, el desarrollo y la reparación.
En marzo de 2014, los investigadores decidieron descongelar los
tardígrados y ver qué pasaba. Ambos de sus dos tardígrados adultos (llamados
SB-1 y SB-2) comenzaron a moverse tan pronto como el proceso de descongelación
fue completado, pero SB-2 pronto murió porque no se alimentaba lo suficiente.
En cuanto al huevo congelado individual (llamado SB-3), demostró
tener el potencial increíble que tienen estos animales para restablecerse
después de tres décadas de ser congelado. El oso de agua que nació de este
huevo logro poner 15 huevos más, de los cuales, 7 nacieron con salud.
Sin embargo, un gusano nematodo parásito de las plantas,
Tylenchus polyhypnus, es el animal que más tiempo ha sobrevivido luego de 39
años en un estado de congelación. El
siguiente reto para los investigadores será investigar exactamente lo que
sucede durante los seis o siete días después de la descongelación que ha hecho
que SB-1 y SB-3 volvieran a tener función normal.
FUENTE: Science Alert