Luego de estar ocultas por 30 años, una colección de cartas del
matemático Alan Turing ha sido encontrada en un almacenamiento en su antigua
universidad. La Universidad de Manchester acaba de publicarlas online aquí.
Los 148 documentos nunca vistos incluyen una carta de los
servicios de inteligencia del Reino Unido, y otra carta en la que Turing
comenta "detesto a Estados Unidos", envuelta en una carpeta de papel
normal y metida en la parte posterior de un archivador antiguo.
Alan Turing fue uno de los pioneros de la informática
moderna, y construyó una máquina que durante la Segunda Guerra Mundial permitió
el descifrado del código Enigma de Alemania, acortando la guerra. En 1949 se
convirtió en subdirector del laboratorio de computación de la Universidad de
Manchester y, a principios de este año, personal universitario tropezó
accidentalmente con un montón de correspondencia de Turing mientras limpiaba un
cuarto de almacenamiento.
El ingeniero de computación Jim Miles de la Escuela de
Ciencias de la Computación de la universidad, revela: "me sorprendió que
tal cosa estuviera escondida durante tanto tiempo sin que nadie supiera". Los
archivistas de la universidad se pusieron inmediatamente a trabajar para
clasificar estos documentos, catalogándolos y almacenándolos para la
posteridad, y ahora han publicado todo el archivo en línea para que los
lectores lo lean.
El archivo contenía tanto correspondencia como otros
materiales que datan de principios de 1949 hasta el suicidio de Turing en junio
de 1954, como consecuencia de la homofobia. Las cartas son, en su mayoría,
sobre trabajo, incluida una carta del entonces director de la organización
secreta GCHQ de Gran Bretaña.
"Hay muy poca correspondencia personal, y no hay cartas
de miembros de la familia Turing", dice el archivista James Peters, quien
ordenó los documentos. Hay cartas de colegas académicos y estudiantes,
comentando el trabajo de Turing, discutiendo problemas de computación y
matemáticas, e incluso pidiendo consejo. También hay numerosas invitaciones
para dar conferencias y asistir a conferencias.
Una de esas invitaciones fue realizada por el físico Donald
Mackay del King College de Londres, quien le preguntó a Turing si iría a una
conferencia de cibernética en 1953 en
los EE.UU., a lo que Turing simplemente respondió que la reunión le parecía
buena peo que no quería viajar allí. "No me gustaría el viaje, y detesto a
América", escribió.
A pesar de su contribución masiva a las matemáticas y
computación, hay material de archivo extremadamente escaso sobre la vida de
Turing, especialmente los últimos años.
FUENTE: ScienceAlert
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