La Central Asháninka del Río Ene (CARE), que agrupa a 17
comunidades nativas de etnia asháninka asentadas en ese río, ha abandonado su
territorio por amenazas de muerte de madereros ilegales que quieren apropiarse
de esa zona.
Al mando de Araham Taguada, el 3 de febrero un grupo de madereros
ilegales lograron entrar en la comunidad nativa de Meantani con armas de fuego
y amenazaron con matar a todas las personas que estaban ahí.
El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor)
decomisó cargamento de madera ilegal que había sido extraído de los territorios
de la comunidad nativa en una inspección, es por eso que los madereros
ingresaron para recuperar el cargamento. Su argumento es que poseen una autorización
de las bases militares 3 24 de Canaire y de Pichari, ubicadas en las cercanías,
para apropiarse del territorio de los asháninkas.
Antes de esta incursión, ya habían lanzado varias amenazas
en radios locales. La comunidad nativa se encuentra en proceso de titular su
territorio Meantani en la zona del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro
(VRAEM), que está bajo control militar debido a que en la zona todavía hay
brotes terroristas del grupo armado Sendero Luminoso, quienes mantienen cerca
de la mitad de los cultivos ilegales de hoja de coca del Perú.
En el informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación se señaló que los senderistas fueron culpables del asesinato de 6 mil asháninkas y de mantener en esclavitud a otros 5.000 miembros de esa etnia.
La Dirección Regional de Agricultura de Junín, encargada del
trámite, bloqueó la solicitud tras la oposición presentada por los madereros a
través de la asociación Señor de Lurén, ya que tienen terrenos en esas zonas.
Según CARE esto es falso, y fue constatado por Serfor en su visita.
FUENTE: 20
Minutos