¿Cómo podemos saber lo que es real y lo que no real? En otras
palabras, ¿cómo diferenciamos entre pseudociencias y ciencias reales? En 1966,
el físico teórico Richard Feynman elaboró una técnica sorprendentemente simple,
que hoy en día es más relevante que nunca.
Resulta que, todo lo que tienes que hacer cuando lees o
escuchas algo que suena inteligente, es tratar de traducirlo de nuevo en lenguaje
ordinario (o mejor si logras que la persona lo explique directamente) sin usar
jerga científica o términos complicados y así puedes ver si tiene sentido o no.
Por ejemplo, muchas personas en redes sociales comparten frases de Deepak
Chopra… pero, por más inteligente que sea la frase… ¿es realmente cierta?
Por ejemplo, decir que la vacunación causa el autismo debido
a que "la administración simultánea de múltiples vacunas abruma o debilita
el sistema inmune" puede sonar bastante impresionante. Pero ¿se puede
explicar en términos sencillos lo que eso significa? Sería algo así como que la
inyección de virus ya muertos podría generar cambios en el comportamiento y
generar enfermedad. Así ya no tiene tanto sentido.
Hace cincuenta años, Feynman no hablaba de los que niegan el Cambio Climático, ni de los movimientos antivacunas. Sino que, durante un discurso en la Asociación Nacional de Maestros de Ciencias de los Estados Unidos en el año 1996, trataba de impartir en los educadores del mañana, la diferencia entre conocer el nombre de algo, y verdaderamente comprenderlo.

Habló sobre cómo los libros de ciencia de los niños muestran
situaciones que los maestros deberían entender para poder explicarlo con claridad
en términos sencillos sin usar nociones mágicas o anticiencia. Sugirió que los
maestros deben poder responder a las preguntas de los niños de la forma en que un
ser humano común, sin conocimiento científico, lo haría, en lugar de caer en
términos complejos.
"Finalmente, me di cuenta de que existe una manera para
comprobar si alguien realmente sabe algo o si solo está repitiendo
definiciones: tienes que poder explicar algo sin usar la palabra que quieres
explicar. Si tienes que usar la palabra energía para explicar el movimiento de
algo, entonces no sabes nada sobre la ciencia de la energía”.
Es un concepto muy simple, especialmente para aquellos que
nos dedicamos a hacer periodismo científico o divulgación científica o
simplemente científicos educadores o maestros de ciencia. Tenemos que poder
comunicar la ciencia en términos sencillos teniendo en cuenta que esté dado en
un lenguaje práctico y pensar en si lo que hemos dicho tiene sentido.
FUENTE: Science
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