Un estudio estadounidense recientemente publicado en Child
Development, revela que los hijos de padres homosexuales y bisexuales no
tienen problemas de comportamiento asociados a la orientación sexual de sus
padres.
El estudio, realizado en 21 mil niños, se valió de
información de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de Estados Unidos que
se realizó entre 2013 y 2015 para examinar las asociaciones entre la
orientación sexual de los padres y el bienestar de los niños. Estos niños
tenían entre 4 y 17 años de edad y fueron evaluados usando el Cuestionario de
Fortalezas y Dificultades (SDQ).
Al analizar los resultados, los investigadores encontraron
que los hijos de padres bisexuales tenían puntajes de SDQ más altos que los
hijos de padres heterosexuales. Estos puntajes fueron ajustados con el puntaje
de angustia psicológica de los padres, lo cual eliminó esta diferencia.
Como resultado, los hijos de madres lesbianas y padres
homosexuales, o bisexuales, no diferían de los hijos de padres heterosexuales en dificultades
de salud emocional y mental, sin embargo, los resultados entre los hijos de
padres bisexuales justifican más investigación que examine el impacto del
estrés en las personas bisexuales sobre sus hijos.
¿Qué pasa con la bisexualidad?
La bisexualidad sigue siendo una orientación doblemente
discriminada, tanto por el conservadurismo heterosexual, como dentro de la
propia población LGBTI, lo cual explicaría la diferencia particular observada
en estos niños. De hecho, las personas bisexuales son las que indican mayores
niveles de trastornos psicológicos, no relacionados con su orientación sexual,
sino con los retos particulares que tienen dentro de la sociedad. Existe una presión constante en los bisexuales para "definir" una orientación sexual dentro del binario homo-heterosexual, lo cual puede ser bastante angustiante.

Debido a esto, y ya que la conducta de los padres afecta a los hijos, los hijos de padres bisexuales presentaron mayores problemas de conducta que los hijos de padres homosexuales y heterosexuales, aunque no presentaban mayores problemas en el ajuste emocional, lo que sugiere la necesidad de hacer más investigación sobre la bisexualidad, la discriminación y sus efectos en la salud mental.
Estos resultados se suman a otros
varios estudios que encuentran que la orientación sexual no afecta
directamente a los niños ni determina el tipo de crianza de los padres, sino
que es la homofobia inmersa en la sociedad la que afecta el bienestar de los
niños. En sociedades donde el matrimonio igualitario existe, y las familias
homoparentales son reconocidas, esta discriminación se reduce. Sin embargo, en
sociedades como la peruana, donde existe un discurso homofóbico activo y que
invisibiliza la existencia de las familias diversas, se desprotege a los niños
que tienen derecho a tener una familia reconocida y protegida por el Estado.