El último escándalo global
debido a una filtración de documentos es la mayor filtración que ha ocurrido
jamás después de los famosos Wikileaks. Esta vez se trata de un paquete de
documentos internos de una firma de abogados panameños llamada Mossack Fonseca
y que revelan las cuentas off shore y en paraísos fiscales de políticos,
celebridades, futbolistas y demás personajes.
Hace aproximadamente un año,
un colaborador, que por seguridad en todo momento pidió ocultar su identidad,
se acercó al periódico
alemán Süddeutsche Zeitung para hacerle llegar un total de 2.6
terabytes de información de la firma Mossack Fonseca. La motivación para la
filtración de más de 11 millones de documentos fue, de acuerdo al informante,
porque la firma panameña estaba “comportándose de manera poco ética”.
Una vez con la información en
su poder, el Süddeutsche Zeitung se comunicó con Consorcio Internacional de
Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y
junto con ellos analizaron los documentos.
“Esto
es practicamente todos los documentos que ha tenido esta firma en un periodo de
40 años” dijo el director de ICIJ, Gerard Ryle a
WIRED, afirmando que la filtración es “aproximadamente
2 mil veces más grande que los cables del Departamento de Estado Norteamericano
filtrado por WikiLeaks”. Para esta titánica tarea participaron más de
400 periodistas de 107 organizaciones de medios de comunicación en más de 80
países, dentro
de los que se encuentra también el Perú.
Qué hay en los 11 millones de documentos
El
contenido de los documentos detalla las cuentas off shore y en
paraísos fiscales que tienen grandes personalidades políticas como el (ahora
ex) primer ministro de Islandia, Sigmundur Davíð Gunnlaugsson quien renunció
después de la revelación, el de Pakistán, Nawaz Sharif, el presidente de
Argentina, Mauricio Macri, de Ucrania Petro Poroshenko. También hay información
de cuentas de conocidos deportistas, celebridades y personalidades de orden
mundial.
Es preciso aclarar que tener una cuenta off shore no es de por sí algo ilegal, muchas personas tienen este tipo de cuentas por seguridad o para poder hacer negocios en el extranjero. Pero tener una gran cuenta en un país en el que no se pagan impuestos por estos dineros podría se un indicio de que se ha evadido o eludido el pago de impuestos en el país de origen del capital.
Las sospechas de las
autoridades también van en el orden de que este tipo de cuentas también se
utilizan para lavar dinero ya que permiten ocultar la identidad del
propietario. En los casos de lavado de dinero los titulares de las cuentas no
son las personas con poder sino terceros allegadas a ellas. Por lo que el hecho
de que el nombre de una persona en particular no aparezca dentro de los
documentos no quiere decir que no esté involucrada. En todo caso se convierte
en parte de la investigación.
Un
ejemplo de sospechas e indicios es el del presidente de Rusia Vladimir Putin,
quien no figura con nombre y apeliidos en las filtraciones, pero sí una persona
muy cercana a él y quien pese a no poseer grandes ingresos aparece en las
filtraciones como dueño de 200 millones de dólares en paraísos fiscales. El
nombre del amigo del mandatario ruso es Sergei Roldugin y tocar el violonchelo es la mayor actividad que se le
conoce.
Un
caso similar es de la candidata presidencial al Perú, Keiko Fujimori quien
tampoco aparece con nombre y apellido en los documentos filtrados hasta el
momento, pero si personas muy allegadas a ella, como un aportante principal de su actual campaña
política y antiguo leal colaborador de su padre, el preso por corrupción
Alberto Fujimori. Se trata del exministro Jaime Yoshiyama y de su esposa María
Sasaki Motonishi.

Ya han comenzado las
investigaciones en la mayoría de los países donde existe
alguien involucrado. En el caso de Islandia la filtración ya le ha costado el
puesto al primer ministro Gunnlaugsson, queda por ver cómo ésta filtración
puede llegar a poner tras las rejas a quienes mediante estos paraísos financieros
estén lavando dinero o eludiendo impuestos.
¿Fue hackeada la firma?
Según
reporta la BBC, un socio de la firma
panameña Mossack Fonseca dijo que habían sido víctimas de un ataque
cibernético. Ramón Fonseca dijo que la filtración no había sido un trabajo
interno, sino que la compañía había sido hackeada por servers fuera del país.
La compañía ya había presentado una queja con el Fiscal General de Panamá, y
también se supo que la semana pasada habían enviado un mail a todos sus
clientes diciendo que habían sufrido “una violación no autorizada a sus
servidores”.
Esa es la versión de la firma de abogados que debe proteger su imagen de
seguridad que ha sido seriamente dañada. Sin embargo la historia que cuentan
los periodistas que recibieron la información desde que fueran contactados en
el 2014, es otra.
Como se comenta al inicio de este artículo, un periodista del Süddeutsche
Zeitung llamado Bastian Obermayer fue contactado por una fuente desconocida a
través de un chat encriptado con la intención de hacer que esos “crímenes se
hagan públicos” advirtiendo que su vida (de la fuente) estaba en peligro y por
eso solo se contactaría mediante canales seguros y jamás en persona.

Para la comunicación utilizaron apps
encriptadas como Signal o Threema y tomaban medidas de seguridad como santo
y señas de confirmación. Después de la verificación, el diario alemán se
contactó con ICIJ y la organización envió personal a Munich para coordinar con
el Süddeutsche Zeitung.
Entre ambas organizaciones analizaron la data entrante que poco a poco
llegó a niveles altísimos: 11.5 millones de documentos. Obviamente toda esa
carga no hubiera sido posible ser enviada por mail así que usaron otros métodos,
pero Obermayer ha preferido no revelarlo. Así mismo, toda esa información tuvo
que ser compartida con otros diarios alrededor del mundo, de esa manera se pudo
coordinar análisis en distintos idiomas.
Ryle, por otro lado afirma que no han pensado liberar todos los
documentos como lo hizo Wikileaks, ya que podrían exponer información sensible
sobre personas inocentes. “No somos Wikileaks, queremos mostrar que podemos
hacer periodismo de manera responsable” dijo
el presidente de ICIJ.
Filtraciones que han hecho historia
Los “Papeles de Panamá” no son
los únicos documentos filtrados en la historia, de hecho, a pesar de ser el
caso más grande en cantidad, este es solo el último en una serie de filtraciones
que han tenido repercusiones políticas alrededor del mundo.
Daniel Ellsberg, en 1971
filtró lo que en su momento se llamó los “Papeles del Pentágono” en los que se
detallaban como la Guerra de Vietnam había sido incrementada por los EE.UU
desde 1945 a 1967. El otro caso emblemático es el Escándalo de
Watergate que llevó a la dimisión del entonces presidente Richard Nixon en
1974, una fuente llamada como “Garganta Profunda” ayudo a hacer público el robo
del Comité Nacional Demócrata, el cual el gobierno de Nixon trató de encubrir.
En 2010 la ya famosa página Wikileaks publicó cables del Departamento de Estado de los Estados Unidos, los cuales el gobierno norteamericano consideraba como críticos para su seguridad nacional. Finalmente en 2013, el ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden filtró documentos en los que se ponía evidencia las prácticas de vigilancia globales en las que el gobierno norteamericano espiaba a su propia gente.
FUENTE: SUDDEUTSCHE ZEITUNG, BBC, OJO PUBLICO, LAREPUBLICA