El stealthing es una práctica de violencia sexual que
lamentablemente se ha hecho popular entre los hombres. Para las organizaciones
defensoras de los derechos sexuales de las mujeres se debe tratar como una
violación, ya que consiste en quitarse el condón sin que la persona que está
siendo penetrada se dé cuenta.
Un estudio
de Alexandra Brodsky publicado en el Columbia Journal of Gender and Law, la
revista de la Universidad de Columbia de Género y Derecho, señala que
"entrevistas con personas que han experimentado el retiro de preservativo
indican que esa práctica no consensual es común entre personas jóvenes y
sexualmente activas".
Louise es una chica que narró una situación de stealthing de
manera personal y recuerda que, tras terminar el acto sexual con su amigo, notó
que se había quitado el preservativo. "Un minuto. Eso es todo el tiempo
necesario. Un cambio de posición y se lo quitan. Uno no se da ni cuenta. Ponen en
peligro tu vida, hay riesgo de embarazo o enfermedades, y todo por unos pocos
momentos de placer más intenso, supongo".
Brodsky define stealthing como "retiro de condón no
consensuado durante la relación sexual". Advierte que "expone a las
víctimas a riesgos físicos de embarazo y enfermedad" y que "muchas lo
experimentan como una grave violación a su dignidad y autonomía".
Si el acuerdo se rompe sin que una de las personas lo sepa, esto
constituye una violación. Para la abogada experta en delitos sexuales Sandra
Paul, "la persona está potencialmente cometiendo una violación. Tiene que
haber algún acuerdo de que se va a usar el condón o que se va a retirar",
explica.
"Si la persona no sigue las reglas, la ley dice que no
hubo consentimiento". En lenguaje menos legal, si acuerdas tener
relaciones sexuales usando un preservativo y te lo quitas sin decir nada, ya no
tienes consentimiento.
La definición de violación es la penetración sin
consentimiento. Sin embargo, el sexo abarca más prácticas que solo la
penetración y el acuerdo de protección de barrera debería respetarse. La
experta en casos de violencia sexual cree que es positivo discutir este tipo de
temas y ponerles nombre. Sin embargo, Katie
Rusell, de la ONG Rape Crisis, considera sorprendente que le pongan un nuevo
nombre cuando "estas cosas son solo otra forma de asalto sexual. "Si
alguien da su consentimiento a un acto sexual específico con el uso de anticonceptivo
y tú cambias los términos de ese acuerdo en medio del acto, eso es una ofensa
sexual".
Con el nombre o no, es importante reconocer que el sexo es un acuerdo y que cualquier cosa que rompa ese acuerdo va en contra de la autonomía de la otra persona y eso constituye una violación a su libertad.
FUENTE: BBC
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