Los aviones son conocidos por
dos cosas: el ruido y la contaminación, vuelan quemando grandes cantidades de
combustible, tanto que las emisiones producidas por la
aviación son uno de los mayores contribuyentes al cambio climático. Así que
por eso, y muchas otras razones, la NASA está construyendo el X-75, un avión de
prueba totalmente eléctrico.
El X-57 podría ayudar a
reducir los costos operativos en un 40% aproximadamente en comparación con los
aviones de tamaño similar que usan combustibles para reactores de alto consumo.
También podría ser más silencioso que un avión tradicional. Pero antes de
volar, hay algunas cuestiones clave que los investigadores todavía tienen que solucionar.
En primer lugar, las baterías
ocupan mucho espacio. El
avión X-57 que la NASA está desarrollando actualmente requerirá alrededor
de 360 kilos de baterías para poder funcionar. Para poder colocar todas esas
baterías, la NASA requiere eliminar todos los asientos, a excepción de él del
piloto. Y aún con toda esa energía, el avión sólo puede volar durante
aproximadamente una hora aproximadamente.
La investigación inicial de la
NASA solamente está enfocada a aviones más pequeños: avionetas o aeronaves de
aviación general, no los aviones grandes comerciales que hacen vuelos de costa
a costa. Eso no quiere decir que la tecnología llegue a ese nivel algún día,
pero es poco probable que el trabajo de la NASA permita viajar a millones en
aviones eléctricos en los próximos años.
"Con el regreso de los Aviones Experimentales X a
las capacidades de investigación de la NASA, el cual una parte clave de nuestra
iniciativa de 10 años “New Aviation Horizons”, el avión de tamaño general X-57 tomará
el primer paso en la apertura de una nueva era de la aviación", dijo
el administrador de la NASA Charles Bolden, en un comunicado.
A diferencia de
anteriores Aviones X diseñados por NASA, el nuevo concepto totalmente
eléctrico utilizará alas más delgadas y 14 motores en total. Dos de estos
motores cuentan con hélices de conducción de metro y medio de ancho, se
utilizarán principalmente para mantener una velocidad media de crucero de
alrededor de 281 kilómetros por hora. Los otros se encenderán para ayudar al
avión con los despegues y aterrizajes.
"Los innovadores
aeronáuticos de la NASA esperan validar la idea de que la distribución de
energía eléctrica a través de una serie de motores integrados con un avión de
esta manera dará lugar a una reducción de cinco veces la energía necesaria para
que un avión privado viaje a para cruzar a 285 km/h", señala
NASA.
FUENTES: WIRED,
NEW
YORK TIMES