Los crímenes
de odio son un
execrable lastre que las sociedades aún sufrimos que tienen su raíz en el miedo
a lo que se desconoce pero
principalmente en la discriminación. Los crímenes de odio se dan hacía grupos
de la población que históricamente han sido vulnerados e invisibilizados por
género, orientación sexual, etnia (no olvidemos el racismo) y clase social, e
incluso, por discapacidad física y mental.
Ahora, al
parecer, la llegada del
transhumanismo ha empezado a
cobrar víctimas. Los transhumanistas son personas que, a través de la
tecnología buscan mejorarse a sí mismos ya sea por una discapacidad o porque
simplemente quieren ser una mejor versión de ellos mismos.
El primer caso documentado de un ataque se
dio en Francia, donde Steve
Mann, el “padre de los dispositivos wearables” y considerado a sí
mismo como el primer
cyborg, ha sido físicamente agredido en el McDonald’s de los Campos Elíseos
en París.
El profesor universitario canadiense
estaba en el restaurante de comida rápida junto con su familia cuando tres
trabajadores de McDonald’s objetaron el dispositivo “Digital Eye Glass” que Mann
llevaba e intentaron retirarlo de su cabeza a la fuerza. Cuando Mann quiso
explicar con documentos firmados por su doctor que el dispositivo era médico,
los empleados rompieron los documentos y pasaron a retirarlo del local.
El dispositivo que Mann llevaba consigo
es parte de una investigación en el campo de los
“wearables” que el profesor
ha estado realizando durante los últimos 34 años. Esta especie de visión
computarizada recuerda mucho a los
Google Glass que el
gigante tecnológico quiso producir hace unos años.
De acuerdo a lo publicado por él mismo en
su blog, al comienzo los empleados no parecieron mostrarse incómodos “Una vez
revisada la documentación, el supuesto empleado de McDonald’s nos aceptó a mí y
mi familia como clientes, y nos dejó hacer nuestro pedido”, sin embargo “otra
persona en McDonald’s agarró con cólera el dispositivo y trató de retirarlo de
mi cabeza. El lente está unido de manera permanente a mi cráneo y no sale sin
la ayuda de herramientas especiales”, dijo, añadiendo
que dos personas más se unieron al primer atacante.
Después, el profesor intentó calmar a su
atacante enseñándole la carta de su doctor junto con la documentación que
llevaba consigo, los tres empleados revisaron los papeles y conversaron durante
algún momento para luego “Perpetrador 2 (como él llama a su segundo atacante)
rasgó con cólera la carta de mi médico y mi otra documentación fue destruida
por Perpetrador 1” afirmó.
Debido a que el dispositivo tiene
memoria, Steve Mann pudo capturar las imágenes del asalto y de los empleados de
McDonald’s. El profesor luego se comunicó con la policía francesa pero “no
recibió mucha ayuda de ellos”, sin embargo espera que la cadena de comida
rápida repare sus lentes.
Esta no es la primera vez que Mann es
sujeto de controversia y discriminación. Una vez fue expulsado de Wal-Mart y ha
tenido roces con la policía de Nueva York y con el Servicio Secreto de los
EE.UU.