Un equipo de investigadores de la Pontificia Universidad
Católica del Perú (PUCP) ha creado viviendas para que familias rurales que
viven a más de 3,500 metros sobre el nivel del mar. Estas casas pueden proteger
de las mínimas temperaturas del invierno, que incluso causan la muerte de
personas y animales.
Estas viviendas tienen un sistema de circulación de aire que
asegura que dentro de las viviendas la temperatura mínima sea de 8 grados centígrados,
aunque afuera puede estar a menos 15 grados C, explica Carlos Hadzich. Las
viviendas rurales son mejoradas añadiéndoles un muro trombe.
“El muro trombe lo usamos en aquellas casas que tienen una
ventana que mira al Sol. Esa pared la reforzamos con yeso y pintamos de negro
para que concentre el calor de los rayos solares. Le abrimos dos huecos en la
parte superior y dos en la inferior para introducir aire caliente a la casa”,
explica Hadzich a Andina. En la parte exterior de esa pared se instala un soporte
de madera que une láminas de policarbonato y los separa de la pared a través de
piedras pintadas de negro y los coloca en el suelo.
El aire frío entra por la parte de abajo y el caliente por
la parte de arriba de la vivienda y se impermeabiliza con unas telas que se
ponen en los techos, puertas y ventanas, se les pitan con cola y se mezcla con
yeso para que no se salga el aire. Gracias al financiamiento de Cienciactiva,
lograron construir una vivienda con esta técnica, pero también desarrollaron
otras técnicas de ingeniería para calentar las casas.
“Después de muchas pruebas, uso de sensores, vivir con la
gente en el lugar, confirmamos que la vivienda con muro trombe, y las que
mejoramos con otras soluciones, pueden llegar a 8 grados centígrados en su
interior en la hora más crítica de la helada”, expresó Víctor Ramos, otro
ingeniero mecánico integrante del equipo. Las otras estrategias son crear un
falso techo, dobles puertas y dobles ventanas para evitar fugas de aire
caliente y poner pisos de madera, señaló.
El costo para implementar cada casa es en promedio S/ 5,000.
El proyecto se llama K’oñichuyawasi (casa caliente limpia) y fue desarrollado
por un equipo de Grupo de Apoyo al Sector Rural de la PUCP que desde el 2007 vienen
gestionando tecnologías para acondicionar viviendas rurales.
FUENTE: Andina