Actualmente la industria agrícola
usa
antibióticos de manera indiscriminada para hacer crecer a los animales.
Esta técnica, criticada desde hace mucho tiempo, está haciendo que los microbios
se vuelvan resistentes al uso de antibióticos y estos, a su vez se
están volviendo cada vez más peligrosos al ser humano.
Este escenario está causando que los investigadores de todas partes del mundo se interesen en crear alternativas más seguras y menos contaminantes. Un grupo de estos investigadores está en Perú y han creado una startup en base a sus experimentos. Bioconvertin es el nombre de la empresa y está compuesta por un equipo multinacional liderado por el biólogo francés Dr. Michel Sauvain, investigador del IRD, un instituto de investigación en cooperación con el gobierno peruano; y los peruanos Denis Castillo, Master en Bioquímica y la Blg. Yesenia Correa, de la Universidad Cayetano Heredia.
“Bioconvertin nació inicialmente
de un trabajo en común con las avícolas del Perú con el fin de reemplazar los
antibióticos con los que alimentan a los pollos a pesar de no estar enfermos, a
fin de que crezcan más rápido”, comenta el Dr. Sauvain sobre estos. A través de
esta experiencia se percataron que la comida que le estaban dando a los pollos
no es la comida natural, ya que, además de grano estas aves también se
alimentan de insectos, los cuales son
ricos en proteínas.
Sin embargo los insectos no
son servidos directamente a las aves. “Nosotros estamos fabricando harina de
larva la cual es rica en prebióticos. Primero las secamos, luego las molemos y
finalmente las peletizamos (las hacemos bolitas) para que los pollitos puedan comérselas”,
explica Yesenia Correa. La Harina de Larva es el producto inicial del que
después se pueden hacer productos derivados no solo para pollos y gallinas sino
también para, pavos, patos y hasta peces como truchas.
La forma cómo producen la
materia prima también es interesante. Para hacerlo utilizan residuos
orgánicos que sirven para alimentar a las larvas. Aquí hay una doble
ganancia para la sociedad ya que no sólo se está evitando el uso de
antibióticos sino que se está aprovechando la basura que en otras
circunstancias terminaría contaminando las ciudades.
El desecho que generan las larvas
también podría ser utilizado, aunque su uso no es tan comercializable como la
harina. “Lo que eliminan (las larvas) puede usarse como abono orgánico ya que
es rico en nitrógeno y podría usarse para los cultivos. Sin embargo el precio
del abono orgánico es bajo en el mercado”, explica Denis Castillo. Justamente la
parte económica es otro factor a tener en cuenta, especialmente ahora que están
en proceso de crecimiento dentro de BioIncuba,
la incubadora de la UPCH.
El producto final no conlleva
ningún riesgo. Todo lo contrario, es tan rico en proteínas, lípidos y demás grasas
esenciales que de no existir barreras
psicológicas podría ser eventualmente usado como una fuente proteínica para los
humanos. “En Asía hay 2 mil millones de personas que se alimentan de
insectos y en Europa existe una corriente muy fuerte para comenzar a usarlos”,
comenta Sauvain.
Sin ir muy lejos, en la selva
peruana existen platos basados en insectos como el suri (gusano) o las siquisapas
(hormigas voladoras) que valgan verdades no tienen mal sabor. “Es todo un
desafío psicológico”, explica Castillo aunque añade que se podrían hacer
campañas. “Imagina a Gaston Acurio promoviendo el consumo de insectos”, añade.
Los especialistas afirman que los
insectos serán el alimento del futuro y será usado especialmente en la
exploración espacial. Futuras colonias en Marte o la Luna no tendrán el espacio
suficiente para criar vacas así que tendrán que obtener la proteína de otras
fuentes. Como sea, iniciativas como esta nos ponen un paso más cerca en esa
dirección.
Bioconvertin está actualmente representando
al Perú en el concurso “100 Proyectos Para el Clima” organizado por el COP y
todos los que quieran apoyarlo, pueden hacerlo a través del siguiente enlace.