Viernes por la noche, mientras
la mayoría jóvenes están alistándose para salir de fiesta, un grupo de chicos
están reunidos sobre una mesa alargada conversando sobre proyectos que mezclan
arquitectura, ingeniería, psicología, antropología, medicina y otras
disciplinas. "Somos un poco de todo" comenta Daniel Iturrizaga, un multipotencial
(una persona con intereses o talentos múltiples y variados) de 35 años que
estudió medicina, cine y ahora arquitectura.
El nombre de este grupo de
jóvenes es Arqui Tronik y nació
entre las aulas de la Universidad Ricardo Palma con el objetivo de hacer
ciencia aprovechando las distintas disciplinas que comparten espacio en la
universidad. “Arqui Tronik lo que busca es una sinergia de conocimientos,
juntar diferentes disciplinas para resolver problemas complejos” nos explica
Iturrizaga.
Arqui Tronik viene del juego
de palabras ‘Arquitectura’ y ‘Mecatrónica’, porque nace de la iniciativa de
Iturrizaga, alumno de arquitectura y Juan Casanova, de mecatrónica. Este último
nos comenta que luego de una convocatoria se sumaron alumnos de otras
facultades, él mismo añade “cada uno de nosotros proviene de distintos campos y
aporta un poco de lo que sabe”.
Por ejemplo, este ingeniero
mecatrónico está diseñando una máquina de gravedad artificial
que forma parte de un proyecto más grande llamado R3 en el que están trabajando
alumnos de distintas facultades. “R3 es una estrategia para desarrollar
estructuras que van a ser utilizadas en el espacio” nos cuenta Roberto Ortega,
alumno de aeronáutica y hábil autodidacta en temas de cohetería “R3 será una
especie de estación espacial autosostenible que recolectará basura espacial”
añade.
Arqui Tronik trabajando en uno de sus proyectos. Foto: ATK
El grupo es rápido en aclarar
que si bien están conscientes que el proyecto es a largo plazo, algunas de sus
tecnologías derivadas pueden estar listas para ser usadas en plazos más cortos.
Casanova pone de ejemplo su máquina de gravedad artificial que usará la fuerza centrífuga para
simular la fuerza que ejerce la Tierra sobre nosotros y cuyo modelo a escala
podría estar lista en tan solo 4 a 6 meses.
Otro de los proyectos dentro
de R3 en los que está trabajando Arqui Tronik es un biorreactor de oxígeno que
funciona a base de cianobacterias.
Este proyecto consiste en crear un módulo que no solo genere oxígeno sino que
pueda ser utilizado como protección contra la radiación en una posible misión
humana a Marte. El trabajo a cargo de Daniel Iturrizaga y del biólogo
Gandhi Castro aún está en su etapa inicial.
Aparte de los trabajos en
ciencias aplicadas mencionados líneas arriba, este equipo multidisciplinar está
pensando desarrollar otras ideas que involucran a distintas ramas del
conocimiento como la antropología y la psicología, en proyectos que inviten a
las comunidades a apoyar a la ciencia.
Uno de estos proyectos piensa
utilizar un espacio del Desierto
de la Joya y a las personas que viven en los alrededores como un gran “laboratorio
inteligente”, pero mientras aún trabajan en los detalles de este proyecto,
ellos prefieren mantenerlo reserva.
El grupo tiene tan solo seis
meses de formado y cuenta con aproximadamente 30 miembros, sin embargo espera
que otros jóvenes que estén interesados en desarrollar alguna idea puedan
acercarse a ellos para llevarla a cabo “cualquiera con ganas de trabajar es
bienvenido”, dice sonriendo Ortega.
Anuncian un evento en las
próximas semanas para reclutar a otros multipotenciales con ganas de hacer
investigación. Para ser parte no hay limitaciones de edad, género o grado
académico “solo se requiere que se quiera aportar y trabajar” nos cuenta
Casanova. A estar atentos a la fecha y lugar que será publicada en la agenda de
Sophimanía, aquí.
Multipotenciales haciendo ciencia. Foto: ATK