La venganza a veces
es satisfactoria y otras veces hiere al que se venga. Es un poco de ambas
cosas. La respuesta de la población a la venganza puede ser complicada, según
una nueva investigación publicada en Journal
of Experimental Social Psychology.
"Demostramos que las personas expresan sentimientos
positivos y negativos sobre la venganza, de tal manera que la venganza no es
amarga, ni dulce, sino ambas", explica Fade Eadeh autor del estudio en un comunicado
de prensa. "Nos encanta la venganza porque castigamos a la parte
infractora y nos disgusta porque nos recuerda al acto original".
Un estudio de 2012 encontró que las personas tienden a
castigar a otras, no por un deseo de venganza, sino por un sentido de equidad.
Y un estudio de 2014 encontró que después de haber cometido un acto de
venganza, la gente se siente peor. Pero entonces, si la venganza nos hace
sentir mal, ¿por qué la buscamos? Incluso los bebés sienten ganas de venganza,
según un estudio de 2011 publicado en las revista Proceedings de la Academia
Nacional de Ciencias.
Un estudio más reciente usó artículos de prensa sobre la
muerte de Osama bin Laden y demostró que la venganza trae satisfacción y a la
vez estado de ánimo negativo a la gente. "Si la venganza nos hace sentir peor,
¿por qué tanta gente lo hace?". Para entender cómo afecta a las personas la
venganza, Eadeh y sus colegas llevaron a cabo tres experimentos diferentes con
200 participantes cada uno.
Los voluntarios completaron una encuesta sobre su estado de
ánimo y las respuestas emocionales después de leer, ya sea un artículo del New
York Times con las palabras "se ha hecho justicia" en el título, sobre
las fuerzas especiales de Estados Unidos al matar a Bin Laden, o un artículo
sobre los Juegos Olímpicos. Se pidió a los participantes indicar su estado
actual usando 25 adjetivos, incluyendo palabras como “triste”, “irritado”, “enojado”
y “feliz”. El equipo utilizó un análisis lingüístico para distinguir entre la
percepción subjetiva de los estados de ánimo y las emociones. Los estados de
ánimo pueden durar más que las emociones individuales, pero mientras que los
estados de ánimo se mantienen en el fondo, las emociones se sienten más
fuertemente.
El análisis indica que la sensación de venganza induce
emociones negativas y positivas. "Creemos que la razón por la que la gente
podría sentirse bien acerca de la venganza es porque permite la oportunidad de
corregir un error y llevar a cabo el objetivo de castigar a un mal tipo", explica
Eadeh. "En nuestro estudio, encontramos que los estadounidenses a menudo expresaron
gran satisfacción por la muerte de Bin Laden, presumiblemente porque se acabó con
la vida de una persona que fue el cerebro detrás de una organización
terrorista". De esta manera se justifican violaciones a los derechos
humanos (torturas vengativas o asesinato) a personas que han cometido algún
tipo de crímen.
FUENTE: Live
Science