Los niños con déficit de atención mejoran más rápido cuando
el primer tratamiento que reciben es terapia de comportamiento e instrucción en
habilidades sociales básicas, en comparación a la temprana medicación, según dos
nuevos estudios publicados en 2 artículos de la revista Journal of Clinical Child
& Adolescent Psychology.
La eficacia del enfoque en la terapia conductual podría
cambiar la práctica médica estándar que favorece el uso de estimulantes como
Adderall y Ritalin como tratamientos de primera línea. La nueva investigación. "Hemos
demostrado que la secuencia en la que se aplican los tratamientos hace una gran
diferencia en los resultados", dijo William E. Pelham, de la Universidad
Internacional de la Florida, líder del estudio con Susan Murphy, de la
Universidad de Michigan. "Los niños que comenzaron con la terapia de modificación
del comportamiento (o terapia conductual) tuvieron mejores resultados que
aquellos que comenzaron con medicación, no importa si al final se hiciera una
mezcla de intervenciones".
Otros expertos advirtieron que este estudio se enfoca en los
cambios conductuales, y que no mide algunos otros efectos positivos que tiene
la medicación, estudio de la conducta,
pero no otras habilidades que los medicamentos pueden mejorar rápidamente, como
la atención y el rendimiento académico.
El estudio incluyó a 146 niños con TDACH (trastorno de
déficit de atención) que fue diagnosticado entre los 5 a 12 años. Se les asignó
al azar a una dosis baja de Ritalin genérico y la otra mitad no recibió medicación,
pero sus padres comenzarón a asistir a reuniones de grupo para aprender
técnicas de modificación del comportamiento.
La modificación del comportamiento para esta condición se
basa en un relativamente simple sistema de recompensas y consecuencias. Los
padres recompensan a los actos buenos o cooperativos, o pueden retener privilegios,
como el tiempo de juego, o hacer cumplir un "tiempo fuera" en
respuesta al desafío y malas conductas. Además, es importante aprender a ignorar
las conductas negativas que buscan llamar la atención.
Los investigadores hicieron que los padres y profesores de
los niños clasificaran sus comportamientos, y grabaran algunos problemas de
disciplina. La evaluación de la escuela incluye una "tarjeta de informe
diario" que describe el día del niño.
Después de dos meses, si un niño no había mejorado, se le
asignaba al azar dos tratamientos: una versión más intensa del tratamiento o un
suplemento añadido (como la adición de una dosis diaria de medicamentos). Alrededor
de dos tercios de los niños que comenzaron con la terapia de comportamiento necesitaron
dosis de refuerzo, y alrededor del 45 % de los que comenzaron la medicación, lo
hizo. Sin embargo, los padres que comenzaron con terapia y no los que la
recibieron luego fueron los que menos fallaron a la hora de aplicar las normas
conductuales en casa
Una razón probable, según los autores del estudio, es que
los padres que iniciaron con el tratamiento médico estaban menos interesados en
seguir con las clases de terapia conductual, que involucraba ocho sesiones de
grupo durante el año y una clase individualizada. "La modificación de la
conducta implica un montón de trabajo, y pueden haber pensado, 'Bueno, no va a
hacer mucha diferencia'", dijo el Dr. Pelham.
En un documento separado, el Dr. Pelham y un conjunto
diferente de autores compararon los costos de las diferentes secuencias de
tratamiento, teniendo en cuenta el precio de los medicamentos, el tiempo de los
padres y de los médicos. Hacer que los niños y sus padres comiencen con el
tratamiento conductual y luego opten por la medicación, si es necesario, tiene
un costo promedio de $ 700 dólares menos al año que el tratamiento habitual, en
la que un médico escribe recetas y supervisa periódicamente el comportamiento,
encontró el equipo.
FUENTE: NY
Times