Una de las últimas noticias
importantes que nos dejó el 2015, fue el sorpresivo
nuevo presupuesto que ha recibido NASA por parte del Congreso estadounidense.
No solo se le otorgó lo que pedía inicialmente, sino que se incluyó mucho más
dinero para ser destinado a investigación.
Dentro de los 270 millones de
dólares extra que ha otorgado el Congreso, 175 millones van han pedido ser destinados
a una nueva misión a Europa. El satélite de Júpiter no solo aparece como prioridad
si no que el mismo parlamento ha pedido que, además de los sobrevuelos, se
incluya un módulo de aterrizaje.
Alien Ocean: La
misión de NASA a Europa. Video: NASA JPL
Los sobrevuelos podrán
aumentar en gran medida nuestro conocimiento de las condiciones en el interior
de Europa
por debajo de su corteza de hielo, pero un módulo de aterrizaje proveería mucho
más información. La misión a partir de ahora tiene una fecha de lanzamiento
para algún momento de 2022.
Esta es una de las mejores
noticias con las que se ha podido recibir el 2016. De todos los lugares del
Sistema Solar, Europa es el lugar con más posibilidades de albergar vida. El pequeño satélite
galileano está compuesto mayormente de rocas silíceas y tiene una gruesa
capa de hielo de 100 kilómetros de espesor. Los científicos creen que debajo de
esa corteza podría existir agua, tanta agua como en la Tierra y, al menos acá
en casa, donde hay agua, hay vida.
Sin embargo la propia NASA ha
sido menos entusiasta con una misión a Europa, en especial, con el módulo de
aterrizaje. Como
explicó el administrador de la NASA Charles Bolden: "Mi comunidad
científica, las personas que hacen la planificación de la misión, dicen que
tenemos que ir y hacer un poco de investigación con la primera misión a Europa
para determinar si es un lugar al que queremos enviar un módulo de aterrizaje.
Ese es el punto de nuestro gran desacuerdo (…) Una misión a Europa de miles de millones
de dólares con un módulo de aterrizaje en el primer vuelo. Nuestra creencia es
que es imprudente desde una perspectiva científica".
Una
nueva misión a Europa, conocida como Europa Clipper, tendría múltiples
sobrevuelos cercanos a la luna, tomaría muchas imágenes de alta resolución y sondearía
el subsuelo con un radar de penetración de hielo. Un magnetómetro también
estudiará el campo magnético de la luna lo que permitiría a los científicos
determinar la profundidad y la salinidad de su océano.
Hay mucho trabajo por hacer
para preparar la misión con un lanzamiento en 2022, sobre todo si un módulo de
aterrizaje es ahora parte de la ecuación. Aterrizar en Europa requerirá
sobrevivir la fuerte radiación de Júpiter en la superficie, así como el frío
extremo, alrededor de -210˚ C. El módulo de aterrizaje es probable que tenga un
mínimo de vida útil de 10 días, alimentado por baterías, aunque también puede
ser capaz de utilizar paneles solares para extender ese un poco más. La vida de
cualquier tipo sería poco probable en la superficie, pero si hay alguna
actividad biológica en el océano, los depósitos podrían contener pistas.
De existir actividad
hidrotermal en Europa, como ocurren en Encelado, las posibilidades de encontrar
vida se multiplicarían. Se cree que la vida comenzó de esa forma en la Tierra,
y aún existen extremófilos viviendo en esas condiciones.
FUENTE: AMERICASPACE