Hoy, 19 de abril se cumplen 134 años de la muerte de Charles
Darwin, quien nació en 1809. Desde muy pequeño tuvo un gran interés por
estudiar la naturaleza. Se inició como médico en la Universidad de Edimburgo en
1825, pero siempre se sintió más interesado por los procesos naturalistas y así
entra en contacto con las ideas evolucionistas de Lamarck.
Fracasó como estudiante de medicina, así que por presión de
su padre, empieza a estudiar letras en Cambridge, con el objetivo de
convertirse en pastor anglicano. Entre 1828 y 1831 comienza a profundizar en
sus estudios y logró colaborar con profesores participando en pequeñas
expediciones geológicas.
Para 1831, el profesor de botánica John Stevens Henslow le
ofrece un puesto como naturalista en una expedición para conocer la geografía y
cartografía de América del Sur. Es aquí donde comienza a elaborar su teoría de
la evolución. En las proximidades de la
Bahía Blanca (Argentina), descubre restos fósiles que le hacen plantearse la
evidencia de una mutabilidad de las especies. En las Islas Galápagos, se dio
cuenta de que, si bien en todas las islas había pinzones y tortugas, en cada
isla presentaban rasgos distintos. Finalmente, en Australia, el descubrimiento
de la rata marsupial y del ornitorrinco, ayudó a cerrar sus ideas sobre la
evolución de las especies.
A su regreso, Darwin era ya un naturalista reconocido. Para 1837
en la Sociedad Zoológica de Londres, presenta sus primeras conclusiones del
estudio de mamíferos y aves. Publica el "Diario del viaje del Beagle"
y recibe la Medalla Real en 1853 por sus investigaciones de biología marina.
En 1859 publica "El origen de las especies", donde
expone, de forma detallada, la teoría evolutiva y la selección de especies como
base para el desarrollo de las distintas especies. Para 1871 publica "El
origen del hombre", donde aplica la teoría evolutiva al ser humano y
aborda la selección sexual como base de la selección natural.
Por supuesto, el fundamentalismo religioso y los creacionistas
criticaron su teoría porque consideraban que atentaba contra la concepción
divina de la Creación. Aun hoy se le llama teoría (porque no se puede comprobar
empíricamente) pero es totalmente aceptada como una realidad por la comunidad
científica, ya que las evidencias fósiles indican que la evolución se dio de
esta manera. Sin embargo, hoy en día todavía existen corrientes creacionistas y
neocreacionistas que cuestionan el Darwinismo y el Evolucionismo.
FUENTE: Diario
Digital de León