Suecia se ha caracterizado por
ser un país progresista y tiene además, reputación por ser un lugar donde el
liberalismo y el feminismo han florecido como en ninguna otra nación, por eso
sorprende que tenga problemas con ciertos grupos que utilizan la internet para
expresar su odio: los Trolls
Con la anonimidad que provee
la internet, han florecido comunidades donde las personas pueden compartir su
odio sin que existan mayores consecuencias. O al menos eso parecía. Un ejemplo
de esto es el caso de una adolescente que nació con una mano reducida y que se
estuvo enfrentando al acoso constante de un troll de internet que la atacó obsesivamente
dejando comentarios ofensivos en sus cuentas de redes sociales y hasta en su
casilla de correo postal.
Para contrarrestar este tipo
de ataques existen distintos espacios periodísticos, uno de ellos es un
programa de televisión llamado Trolljägarna
(Cazadores de Trolls). El show conducido por el periodista Robert Arschberg se
han encargado de rastrear, ubicar y confrontar a este tipo de desagradables
personajes de la internet. De hecho es Arschberg quien logró ubicar al atacante
de aquella adolescente y aunque logró entrevistarlo, el sujeto (un hombre de
unos 30 años) lo negó todo.
Suecia además de ser un país
con historial progresista, es también un país que goza de una gran libertad en
internet. Esta nórdica utopía digital ha creado grandes empresas del rubro
tecnológico como Spotify y Minecraft o incluso un partido político de corte copyleft, como el Partido Pirata.
Por eso, debido a su
orientación liberal, es que la sociedad sueca ve a los trolls y el näthat (el odio de internet) como un incómodo
pero inevitable efecto colateral de la libertad en la red. Sin embargo, de la
misma forma como estos espacios laxos han dado origen a los desagradables trolls,
también han permitido la existencia de grupos que se dediquen a cazarlos, cual
Lisbeth Salander o Mikael Blomkvist de la vida real.
Uno de estos grupos es el Researchgruppen o Grupo de Investigación,
conformado por activistas voluntarios que siguen los pequeños rastros dejados
por los trolls de internet para luego desenmascararlos. La investigación más
grande realizada hasta el momento por este grupo fue la que le hicieron a los
miembros de la página web de derechas Avpixlat. Esta página web, que
literalmente significa “despixeleado” como en “no censurado”, ha sido el lugar
común donde las personas (incluidos políticos del Partido Democrático Sueco) han
hecho saber sus opiniones racistas y sexistas.
El líder del Researchgruppen
es Martin Fredriksson, un antiguo activista de izquierdas que junto a su amigo Mathias
Waeg comenzaron a seguirle el rastro a Hampus Hellekant, un ex convicto
relacionado a grupos neonazis que estuvo persiguiendo a Waeg. Después de un
trabajo digno de la trilogía Millenium, que incluyó seguimientos durante tres
años tanto en internet como en la vida real, Frederiksson y Waeg vendieron la
noticia a un diario y así nació el Grupo de Investigación.
Eventualmente Frederiksson
terminó trabajando con Arschberg para el programa de televisión de este último,
y aunque ahora ya no lo hace más, la labor realizada por Frederiksson al igual
que sus métodos han sido de gran importancia para el periodismo de datos.
Artículo publicado originalmente en MIT Technology Review