En el mercado hay decenas de sustitutos del azúcar, pero
muchos no sabemos exactamente qué estamos ingiriendo a la hora de reemplazar el
azúcar en nuestra dieta.
Los únicos reemplazos del azúcar que son naturales son la
miel y la stevia, sin embargo, la stevia es artificial cuando se refina y
procesa, según la Clínica Mayo de Estados Unidos. No basta con que venga de una
planta para ser considerada natural, la sucralosa (splenda) también se saca del
azúcar, pero es procesada.
Los edulcorantes artificiales tienen usos también industriales,
ya que se encuentran en algunos productos enlatados y comidas procesadas. Sin
embargo, por ejemplo el aspartame no es buen candidato para hornear, ya que al
calentarse pierde parte de su sabor dulce.
Por otro lado, la sucralosa, que se saca del azúcar y se
modifica genéticamente para no tener calorías, se mantiene dulce a altas
temperaturas; lo que la hace una excelente sustituta del azúcar para cocinar.
¿Afectan la salud?
Debido a algunos estudios hechos en ratones en los años 70s que
vinculaban los edulcorantes con el cáncer de vesícula, muchas personas consideran
que estas sustancias son peligrosas para la salud
Sin embargo, según el Instituto Nacional de Cáncer de
Estados Unidos, no existen evidencias científica de que los edulcorantes
artificiales aprobados en ese país puedan causar cáncer o cualquier otro problema
de salud. Si se consumen en cantidades controladas o, incluso, si lo consumen
mujeres embarazadas, no representa mayor peligro, afirma la Clínica Mayo.
Mientras que la Clínica Mayo asegura que muchos estudios han
confirmado que por lo general los edulcorantes artificiales son seguros si se
consumen en cantidades limitadas; "incluso en mujeres embarazadas".
Peligro para el medio
ambiente
Sin embargo, a pesar de que no son peligrosos para nuestra
salud, si podrían estar afectando al medio ambiente, es por eso que las
organizaciones medioambientales advierten sobre el uso de los edulcorantes.
El Fondo Mundial para la Naturaleza ha advertido de la
pérdida de biodiversidad en islas tropicales, de donde se extraen las plantas
que las producen. Sin embargo, edulcorantes artificiales como la sucralosa, podrían
ser peligrosos para naturaleza, ya que no se descompone y termina en los
océanos, donde aún no sé conoce qué efecto a largo plazo puedan tener.
La sucralosa consumida por los humanos es absorbida solo en
un 10 % y el resto sale de nuestro cuerpo, según un estudio de investigadores
de la Universidad de Carolina del Norte publicado recientemente. Además, según
el estudio de 2013, la sucralosa no se puede romper en el tracto digestivo.
Pero no solo eso, sino que tampoco puede ser descompuesta por la mayoría de las
plantas de tratamiento de residuos, según Scientific American.
FUENTE: BBC