De acuerdo a una nueva
investigación publicada en el la revista Nature Astronomy, el planeta enano
Ceres estría lleno de agua. Nuevas observaciones realizadas a través de la sonda
Dawn de la NASA han proporcionado evidencia directa de que el hielo de agua
es omnipresente en la superficie y subsuelo superficial de este cuerpo celeste.
Ceres es el objeto más grande
en el cinturón de asteroides que se encuentra entre Marte y Júpiter, y
desde hace tiempo se sospecha que contiene hasta un tercio de agua de su
masa total. Sin embargo no es hasta ahora que la evidencia ha señalado que el
hielo de agua se mezcla con la roca en la superficie de Ceres, y en algunos casos,
se han encontrado manchas más concentradas de hielo expuesto.
Los nuevos resultados
provienen de un mapeo global de Ceres que muestra la distribución de hidrógeno,
el cual se puede utilizar para inferir la presencia de agua. Los datos apoyan
la teoría de que el contenido de agua de Ceres se separa del contenido de roca
y forman una corteza rica en hielo en el planeta enano. El hecho de que tanta
agua todavía está presente en Ceres "confirma las predicciones de que el
hielo de agua puede permanecer durante miles de millones de años a un metro de
la superficie", escriben los autores en el nuevo documento detallando los
hallazgos.
El mapa global fue creado
usando un instrumento en la sonda Dawn de la NASA, que actualmente está
orbitando el planeta enano, llamado Detector de Rayos Gamma y Neutrones
(GRaND). Este instrumento detecta dos clases de partículas: los neutrones, una
de las partículas que componen los átomos, y los rayos gamma, un tipo de luz de
muy alta energía.
Cuando los rayos cósmicos
(partículas de muy alta energía del espacio) chocan contra la superficie del
planeta enano, la colisión puede crear un rocío de partículas de desechos,
incluyendo neutrones y rayos gamma. Pero los desechos no son aleatorios; las
características de algunos de esos rayos gamma y neutrones pueden proporcionar
información sobre la composición química de la superficie de Ceres y de ciertas
profundidades debajo de la superficie. Así que los científicos que buscan datos
con GRaND pueden aprender sobre la abundancia de elementos, incluyendo potasio,
hierro e hidrógeno en la superficie de Ceres, y a una profundidad de
aproximadamente 1 metro.
El instrumento no puede detectar
directamente las moléculas de agua, pero según los investigadores, eso puede
deducirse de los datos. Una forma de hacerlo es con modelos de computadora, que
pueden recrear la evolución de Ceres, produciendo varios resultados posibles
que muestran cómo esos elementos se distribuirían hoy.
La comparación de los modelos
con el nuevo mapa muestra que el hielo de agua en Ceres se concentra cerca de
los polos: A altas latitudes el hielo de agua en la superficie de Ceres y en
las capas justo debajo de la superficie puede componer hasta el 27% de su masa,
según la nueva investigación. Cerca del ecuador, la concentración de hielo de
agua es mucho menor.
Sin embargo, aunque el agua
está asociada con la vida en la Tierra, Thomas
Platz autor principal del estudio, y geólogo del Instituto Max Planck para
la Investigación del Sistema Solar ha dicho que el descubrimiento de agua
congelada en Ceres no debe ser visto como un signo de vida en el planeta enano.
“Hace bastante frío en estas
sombras permanentes, menos 213° Celsius. Actualmente no veo cómo la vida se
puede formar en tales lugares”. Sigue
siendo incierto cuánto hielo puede haber en estos cráteres en Ceres “«porque
es complicado medir regiones sombreadas”. Sin embargo, “el depósito de hielo en
al menos un cráter parece bastante grueso, tal vez de metros de espesor”.
Además, es posible que Ceres
tenga un océano líquido profundo debajo de su superficie, pero si ese es el
caso, probablemente esté compuesto por una mezcla química muy salada, con poco
o nada de agua, según Carol Raymond, investigadora principal adjunta de Dawn
Misión. En cambio, los nuevos resultados indican que el agua de Ceres está en
gran parte almacenada en depósitos de hielo cerca de la superficie.