Con frecuencia se considera que la Edad de Piedra fue una
época de hombres guerreros errantes, mientras las mujeres se quedaban en casa
para cuidar del hogar y la familia. Se cree que la independencia de las mujeres
es un fenómeno relativamente nuevo en la historia de la humanidad.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en PNAS sugiere todo
lo contrario, que fueron las mujeres las que viajaron grandes distancias en
Europa Occidental alrededor del cambio de la Edad de Piedra y el inicio de la
Edad del Bronce. A través de esta exploración de nuevas tierras en busca de
nuevos pueblos para iniciar familias, las mujeres habrían intercambiado objetos
e ideas culturales, que a su vez jugarían un papel clave en el desarrollo de la
tecnología de la Edad del Bronce Antiguo.
Los investigadores de Ludwig-Maximilians-Universität en
Munich utilizaron análisis antiguos del ADN y del isótopo de 84 esqueletos
encontrados en Lechtal actual, en el sur de Augsburg, Alemania. Esto reveló que
la mayoría de las mujeres provenían de fuera de la zona, probablemente de
Bohemia o Alemania Central, mientras que los hombres parecían haber permanecido
en la región de su nacimiento. Los orígenes de las mujeres también parecían ser
de una diversa gama de lugares en la región cercana, y no de una zona en particular.
"Basándonos en el análisis de las proporciones de
isótopos de estroncio en los molares, podemos sacar conclusiones sobre el
origen de las personas, pudimos comprobar que la mayoría de las mujeres no provenían
de la región", explicó la arqueóloga Corina Knipper.
"Vemos una gran diversidad de diferentes linajes
femeninos, lo que ocurriría si con el tiempo muchas mujeres se trasladaban al
Valle de Lech desde algún otro lugar", agregó la investigadora Alissa
Mittnik. Los investigadores también concluyeron que estas mujeres fueron respetadas
e integradas en la comunidad local por el hecho de que fueron enterradas de la
misma manera que la población nativa. Dado que todos estos esqueletos fueron
enterrados durante un período de 800 años, entre 2500 y 1650 a.e.c, sugiere que
se trataba de un patrón cultural "institucionalizado" establecido.
Este estudio examinó solo un área de la actual Alemania, por
lo que es difícil saber cuán ampliamente se practicaban estos intercambios en
toda Europa o incluso en el resto del mundo. Tampoco es posible determinar
estrictamente si las mujeres eran participantes activas y voluntarias en la
práctica o si eran forzadas a matrimonios. Sin embargo, no parece ser coincidencia
que estas mujeres viajaran hasta 500 kilómetros a otras tierras e intercambiaran
ideas en un momento en que un cambio cultural generalizado ayudaba a sacar a
Europa de la Edad de Piedra.
FUENTE: IFL
Science